CUESTION DE DINEROS

Pues aquí me hallo, semipostrado en la cama pagando las consecuencias de mi trabajo y por ello "disfrutando" de un fin de semana encerrado en casa y con fuertes dolores en la espalda, que ni el ibuprofeno (al cual he tenido que recurrir pese a mi rechazo a los medicamentos) consigue calmar, cuando me ha dado por pensar en eso del dinero, y esta semana ha resultado ser una fuente de inspiración por varias noticias relacionadas con este tema.

¿Sabíais que algunos bancos cobran comisión por hacer alguna donación?. Pues si, de piedra me he quedado cuando me he enterado como estos mercaderes de la desgracia son capaces de cualquier cosa con tal de hinchar sus ya de por si abultadas carteras, claro que ellos se defienden con el consabido "ha sido un error" pero el mal ya está hecho, la desconfianza ya ha sido sembrada y ahora, que tanto se necesita, la gente de a pié no podrá evitar el recelar cuando le pidan una ayudita ante las miserias ajenas, cojonudo, si señor, un diez por nuestros bancos, dueños de nuestro dinero y de nuestra vida. AQUI me he informado de esto. Pero claro no es de extrañar cuando un poquito después lees esto otro: El Popular cobrará a sus clientes por sacar dinero del cajero fuera del horario laboral y es que esto se está poniendo cada día más chungo, el otro día fui a anular un recibo mal emitido por alguien con un cargo hacia mi de 30 euros y en la oficina me comunican que por "echar atrás" ese recibo tengo que pagar una comisión por valor de 3 euros, ¡joder! o sea, que o pago ... o pago, malditos mercachifles, que bien montado se lo tienen los muy ...... Ahora también hay que pagar por usar el cajero, porque los pobrecillos tienen que gastarse mucho en su mantenimiento, y de este modo, si no usamos los cajeros se aseguran que allá donde usemos nuestra tarjeta (que también hay que pagar por ella) para abonar nuestra compra cobrarán una comisión por su uso y menos mal que esta la paga el comercio, aunque con el tiempo ya vereis, adecuaran los precios para que al final seamos nosotros quienes lo notemos. ¿Solución a esto? pues nada, tener una cuenta corriente donde nos ingresen las nóminas o similares y automáticamente sacar todo lo que necesitemos y dejarla bajo mínimos para los pagos que puedan venir, de este modo nosotros manejaremos nuestro propio dinero y al tiempo daremos que pensar a esta gente que si no tiene dinero efectivo en sus arcas no podrá seguir con su juego de macrouniones, absorciones y tocamiento de partes nobles jejeje.

Pero no acaba ahi la semana, en otro de esos ámbitos que más movilizan a la sociedad española también me he encontrado con esta super noticia: El Comité de Competición multa a tres jugadores del Real Valladolid por lucir una camiseta de apoyo a un compañero Resulta que Germán Hornos, jugador del R. Valladolid sufrió un accidente de tráfico las pasadas navidades que le ha tenido más allá que acá y del cual afortunadamente parece que va recuperándose poco a poco. Pues bien, en el primer partido oficial que su equipo jugó tras el accidente los compañeros tuvieron a bien acordarse de quien sufría en esos momentos mostrando tras los goles que marcaron, tres en total, una camiseta bajo la oficial con el nombre de este compañero. Hasta aquí todo estupendo, genial, pero a las cabezas pensantes, a los abanderados del antaño gran deporte y ahora negocio no se les ocurre otra cosa que multar a estos jugadores por estos actos de apoyo, de ánimo y por recordar a un compañero; cada gol, cada gesto, cada recuerdo ha sido valorado en 500 euros, pues bien a ver si se atreven a sancionarme a mi también, aquí está mi apoyo a esta persona primero y futbolista después GERMAN ÁNIMO

Y siguiendo con el tema de los dineros, esta semana me han dado las copias de mi nómina, el papelito que acredita que he cobrado 481 euros por estar ahora en la cama casi sin poder moverme, bueno, lo justo para llegar a esta silla desde la que escribo, y ya está asumido que hay cosas que el dinero no puede pagar y una de ellas es mi salud, empiezo la busqueda de nuevo curro donde pueda, al menos, disfrutar de mi tiempo libre, claro, que las cosas aquí, en mi querida Cantabria (Cantabria es una comunidad y Santander su capital) están muy chungas, en la sección de empleo del periódico principal de nuestra región hoy venían muchísimas ofertas (cosa rara, de verdad) pero en su mayoria (90% aprox.) comercial, vendedor@, teleoperador@ y similares, de este modo no me queda más remedio que optar a ser un emigrante de mi tierra, salir no sólo de Santander, si no de Cantabria también, así que España preparate, el gran jefe arapahoé ;-) se va de viaje.

Hasta aquí todo lo negativo relacionado con los dineros, siempre nos queda esa pequeña aldea de irreductibles humanistas, y es que una vez más mis compañeros de la Comunidad de Amigos Del Folk (ver sección de enlaces en la barra de vuestra derecha) dan muestras de pertenecer a este mundo, alejados de cualquier tipo de afán de lucro y se está preparando un festival de ayuda a las victimas del maremoto en Asia, por lo cual os invito a pasaros por ahí y si os apetece a ayudar con vuestras ideas, con lo que sea, simplemente por entrar a vivir en esa pequeña-gran aldea sereis bienvenidos. Alzo mi cerveza por todos vosotros (banqueros y comités abstenerse por favor).

1 comentario:

Merlin dijo...

Te entiendo perfectamente lakshmi pues yo tb. pasé por esos apurillos en mi aventura emancipatoria. Ahora, pese a lo incómodo de volver con la familia y tener que acostumbrarme a ciertas normas sociales que ya tenía olvidadas, el desahogo económico es una ventaja añadida, aunque tampoco es para tirar cohetes jejeje.

En esos días de apretarse el cinturón, recuerdo con especial cariño cuando se daba el caso de PODER hacer algo sin pensar en que no llegábamos a fin de mes, cuando, por ejemplo, llamábamos a Telepizza o nos ibamos de cena o incluso teníamos para pasar un fin de semana en algún lugar fuera de Santander.

En esos escasos momentos era cuando pensaba y decía que el dinero no da la felicidad, pero ayudaba un huevo, y con esos pequeños placeres eramos felices, sin necesitar mucho más (que tampoco hubiera sido mal recibido), pero de esos pequeños momentos, como tú bien dices, la gente a la que le sobra la pasta no sabe disfrutar y quizá por ello van siempre con esa cara de rancios, con sus movidas personales y con las excentricidades que realizan para intentar acercarse a la felicidad del españolito de a pie :-) ese que llega con dificultad a fin de mes pero que cuando puede, y sin pensarlo dos veces, gasta lo que tiene en provocar un minuto de felicidad para si o para los demás.

Un besazo.