SUS VOY A CONTAR COSILLAS

Por si no quedó claro en el anterior post, de hace ya la de dios de días (que abandonadito te tengo) el domingo fue mi trigésimo cuarto cumpleaños y sólo tengo un calificativo aplicable a esta efémeride: alcohólico.

Comencé a celebrarlo el viernes noche en Torrelavega a donde me desplacé con unos cuantos irredentos de esto del folk aprovechando que era el tercer día del concurso Escenario Prau y tras los mismos (muy buenos por cierto, cualquiera diría que son grupos neófitos) fuimos al Turuta, lugar donde hace ya más de media vida empecé a caer en las garras del oro líquido, y recordando, recordando, nos dieron las tantas de la mañana y en un estado digamos .......

Y al día siguiente sábado, con un ligero dolor de cabeza pude dar buena cuenta de una comida especial de cumpleañero, ya que mis padres se marchaban (o eso creían ellos) a Almería, es decir, que me iban a dejar soluco el día de Año Nuevo. Bueno esta no iba a ser la primera vez así que no tenía mayor importancia, tampoco pasaba por mis planes estar muy presentable el domingo jajajajaja.

Decía, tras la comida y sin nada de tiempo para una siesta me pasan a recoger para irnos a Laredo al último día de esos conciertos que os contaba. El día se estaba poniendo especialmente complicado meteorológicamente hablando, pero el bueno del concejal de cultura había hecho los deberes (sobre todo por experiencias previas) y estaba todo previsto, una carpita que nos protegiera de la lluvia y asunto arreglado.

Nada más llegar se terciaba una visita a otra de esas tabernas cerveceras que tanto me gustan y donde cayeron un par de pintas; llegamos a la carpa y para regocijo y exaltación del alma contemplé el paraiso en forma de botellas de sidra jijijiji y a fé que di buena cuenta de ellas, la cuenta la perdí pero os podeis imaginar...

Mientras tanto los conciertos iban cayendo y la gran sorpresa se acercaba. Hace muchos años existía un grupo cántabro bolchevique-subversivo de nombre La Humera que eran la reencarnación del mal y allá por donde tocaban no volvía a crecer la hierba (entre la que se fumaba y la que quedaba aplastada por los botes y danzas del personal), ese grupo desapareció a finales de los 90, pero Pan de Capazo desde Aragón (o como decían ellos: desde ninguna parte) se encargó de resucitar ese espiritú del prau, juerga, marcha, jerigonzas, cachondeo y teatreo, algo sencillamente apoteósico, rejuvenecimiento instantáneo y alegría p'al cuerpo y alma.

Quedaban mis colegas de El Hombre Pez que me tenían una sorpresa reservada, y entre guitarras y gaitas, desmadre de la plebe y sudores varios oigo "¡¡felicidades Merlin!!", lo cuadraron los muy cabroncetes pues eran exactamente las doce así que más alegría para el saco.

Y fin de los conciertos, unos minutillos de descanso antes de partir a cenar algo ¿qué dónde? pues con los músicos que la fiesta está segurada, pero vamos corriendo que se nos echa encima el diluvio universal, vaya manera de caer agua, si para abajo como siempre, pero parecía que no llovía en siglos.

El garito no era nada del otro mundo aunque la camarera jejejeje, cayeron un par de botellitas de vino y ¡¡nueva sorpresa!!, se apagan las luces y todo el mundo cantandome el cumpleaños feliz, joder que cabronazos, casi me emociono y echo la lagrimilla, yo que me reí cuando murió la madre de Bambi jajajajaja.

Eso si, aprovechando la circunstancia y el desparpajo que llevaba en mi cuerpo saleroso le robé un par de besos a la camarera y me convertí en la envidia del restaurante XDDDDDDDD

La fiesta posterior sencillamente memorable (esta no es la palabra ideal pues las lagunas empiezan a parecer), empezó la hora de los gin-tonics mientras las gaitas atronaban en el bar; nos desplazamos a otro garito para seguir dandole marcheta al cuerpo, más gin-tonics :S

Y poco a poco las fuerzas desaparecieron, la gente se iba iendo, quedábamos muy pocos y tirados como estábamos en unos sofás no nos quedó otra que reconocer nuestra derrota y levantar el chiringuito. Por fortuna hay gente que no bebe y ellos fueron los encargados de devolvernos sanos y salvos a casa ... no pregunteis la hora, sólo se que era muy tarde y que en teoría mis padres ya no estaban ... pero hete aquí que me asomo a su habitación y les veo plácidamente durmiendo, me acerco a mi madre y la pregunto "¿fero nu os barshavais?" jajajajaja.

La cosa es que durante la noche había caido tal nevada que muchas carreteras estaban cerradas y optaron por quedarse en casa, aunque de esto me enteré al despertar. Sobra decir que me pasé el resto del domingo en la cama y no sólo eso, sino que los 34 cayeron como una losa y el lunes estaba todavía tan hecho polvo que opté por no ir a clase. Me lo puedo permitir por un día que no tengo ningún problema de faltas.

De la gente que me felicitó pues sin sorpresas, familiares, amigos de antaño y de toda la vida, un compañero de clase ... pero la gente que me conoce aprovechó al día siguiente jejejeje. También un poco de mal rollo con las dos personas con las que he estado más tiempo, mis dos ex, ninguna de ellas ha tenido a bien acordarse; yo no soy nada vengativo y me mantendré en mi línea de formalidad, en sus respectivos cumpleaños les enviaré el mensajito de rigor, sin acritud alguna :-)

Y creo que no me dejo nada por contar, salvo que ayer mis padres finalmente partieron y que lo que más ilu me hizo fue la llamada de la capulla de grialita jejeje, por si lees esto que no seas gili que no pasa na, que gran verdad es esa de más vale tarde que nunca ;-) y por otro lado un amiguete me felicitó en su programa de radio con una canción de Pan de Capazo ... pufffff

Y bueno, sus dejo ya que hoy (por fin) me voy a la sesión, no sin antes invitaros a probar esta chorrez de juego y a que me digais si no os engancha, os advierto que he llegado al nivel 24:

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que bien ye lo pasaste. Así se hace. Si a mí me hacen lo que a tí en el restaurante (cantar el cumpleaños), me muero de vergüenza. Jajaja.

P.D.: No pensaba que molase tanto reventar mocos. :-)