ErMAGO Y EL MAR

A modo de resumen para los interesados:

El fin de semana festivalero ha sido todo un éxito, los Yonkis de La Sidra hemos vuelto a sobrevivir un festival completo y hemos dejado el pabellón bien alto, aunque echamos de menos a los compañeros del año pasado ... a ver si pronto nos volvemos a encontrar. Los perroflaúticos de la anterior edición no aparecieron por allí, supongo que andaban acojonaditos después de la que liaron jejeje. Musicalmente debo decir que los grandes triunfadores han sido, como me esperaba, Kila. Después de su concierto tuve agujetas en músculos que no me dolían desde la primera vez que hice el amor, y de eso hace ya mucho tiempo. Mención aparte para los sorprendentes encuentros que tuvieron lugar en el recinto, y es que eso de encontrarte con Pedro y Nuria, antiguos compañeros de festival a los que hacía más de tres años que no veía, siempre da lugar a una extensa charla bien regada.

Y ese es mi resumen, podría extenderme mucho más, pero lo relevante es lo que queda escrito.

Cambiando radicalmente de tema: me he quedado sin libros nuevos para leer en las largas noches veraniegas de un parado, razón por la cual he decidido releer algunos que llevaban tiempo criando polvo y acumulando color amarillo. Primero fue la tierna historia de "El principito", había que seguir los ritos ... y ahora he empezado "El viejo y el mar".

No recuerdo muy bien cuando le leí, aunque si se la época en que fue, y por ello se que no le hice mucho caso, lo leí por leer sin llegar a la intrahistoria de Santiago. Ahora las cosas son bastante diferentes, yo soy muy diferente y creo haber tomado fuertemente las riendas que dirigen mi camino, y es por eso que me veo reflejado en este viejo. Una continua batalla, aún a sabiendas de que las posibilidades de perder son superiores a las de la vistoria, contra las dificultades de la vida y de la perpetua mala suerte que rige el destino. No importa cuantas trabas y tropiezos halle Santiago en el camino, él sabe lo que quiere y hace todo lo posible para que ocurra, sin importar si lo consigue o no, tiene que hacer lo que tiene que hacer, rodeado de una sombra de recuerdos de tiempos mejores.

Pero es el presente lo que importa, lo que tiene, hoy tiene que llegar a puerto con el pez más grande como sea, necesita sentirse vivo.

"Coño, ErMago y el mar es un buen título para un post", me dije al llegar a la mitad del libro. a fin de cuentas es lo que llevo haciendo desde que decidí interesarme más por mí y menos por los demás, luchar contra todo lo que me robara mi tiempo y mis ganas de vivir, fue al poco de volver a disfrutar de los festivales veraniegos (entre otras cosas) como el que he pasado este anterior fin de semana, hoy me siento un poco como Santiago cuando vió el pez por primera vez, hoy tengo la ilusión de llegar a puerto con él. Y como lo que importa es hoy, no mañana, permitidme sentirme feliz a pesar de no tener nada más, sólo a mi y mi ilusión.

PD: después de nueve años volví a tumbarme en una playa y tengo un ligero color bronceado jejeje; después de cinco años volví a nadar en la mar y sentir la fuerza de las olas, su poder destructor y regenerador; definitivamente ha sido un buen fin de semana.

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