ME VOY

Tras muchas deliberaciones, conmigo mismo, haciendo listas mentales de pros y contras, analizando realidad y consecuencia, imaginando y anteponiendo hechos (con la carga ansiolítica que ello conlleva), cuadrando irreales presupuestos y, sobre todo, viendo reacciones ante las insinuaciones, he llegado a un punto en el que soy capaz de dar una respuesta cuasi-definitiva a lo que me está conmoviendo desde mediados de verano:

Sólo hay una razón por la que me veo inamovible en esta Cantabria de mis sufrimientos, y como ésta es tan irreal e improbable que suceda como el que los señores (y señoras) diputados (y diputadas) se bajen el sueldo en futuras legislaturas, me voy.

Y he llegado a la conclusión de que no es encontrar un trabajo lo que me mantendría aquí, aunque que duda cabe de que ayudaría bastante, pero necesito algo más, algo que no veo por ninguna parte aquí, algo que igual tampoco encuentre fuera, pero eso no es óbice para que no lo busque, para que me quede con las ganas de saber si lo encontraría allá donde caigan mis doloridos huesos (viene mal tiempo) ... por eso, y por muchas otras razones, que ganan por goleada a la teoría del enraizamiento, me voy.

Ahora, tras dar este primer paso, viene el segundo, un poco más ligero, ¿a dónde?, comienza la segunda fase del programa de deliberaciones ... espero acabarla antes de final de año.