VIDA REAL

Mucho se está hablando estos días de la realeza en España, y mucho había tardado yo en dar mi opinión a este respecto. Para quien haya llegado tarde debo dejar claro que desde que empecé a darme cuenta de la realidad circundante mi mentalidad política tiende con bastante claridad hacia una izquierda moderada y a un estado federal en el que por supuesto no tiene cabida un jefe que no haya sido elegido por su propio pueblo.

Recientes acontecimientos, como la famosa portada de El Jueves, el lío de las banderas (putos y simples trapos), fotografías quemadas, contertulios ofuscados, las chorradas balzanizantes de los ppopulares, las tonterías de los nacionalistos, etc., me llevan a realizar esta declaración y a argumentar la misma:

La sagrada Constitución de 1978 fue redactada en un momento convulso de nuestra historia y se hizo con mucho miedo a ruido de sables o similares, por eso se reconoció la "continuidad" del caudillo con la figura de rey, para dejar contentos y tranquilos a los militares (aunque algunos nunca están contentos y dan golpes de estado, admitiendo que la única voluntad posible es la suya). Afortunadamente esa situación se salvó y hoy, 30 años más tarde, podemos decir que se han superado aquellas dificultades, el ejército se ha dado cuenta de su propio anacronismo y acepta estar en un segundo plano (la mili ha sido abolida, se admiten emigrantes en las ffaa, etc.).

Por tanto podemos afirmar que la Constitución cumplió su labor, en su momento, pero hoy, está desfasada, la realidad es muy distinta a aquel entonces, por tanto, debe ser remodelada para adaptarse a los nuevos tiempos, ahora formamos parte de un mercado mucho más grande, Europa, donde prima el consumismo (pero eso es otro tema), y no consigo entender ese atavismo a un puñado de letras inamovibles, las leyes pueden y deben ser remodeladas, deben adaptarse a la gente, al pueblo, regulan nuestra propia convivencia y una gran parte de la sociedad está reclamando que o bien desaparezca esa figura innombrable o bien que cambien su estatus, pero de cualquiera de las maneras que no se siga llevando 8 millones de euros al año por, aparentemente, no hacer nada y mucho menos que sea intocable, esa misma Constitución que tanto defienden nos dice que todos somos iguales, pues que sea real y no ficticio, ya está bien de hipocresía y falsedad.

Es tan sencillo como someter a esta reunión de mini estados llamada España a un referendum, que decida el pueblo como debe ser gobernado y se dejen de ostias y cortinas dehumo, si la gente pudiera hablar sin miedo seguro que más de uno se daría una autocolleja al darse cuenta de lo ciego que ha sido y de la cantidad de tonterías que se han consentido por ese personaje campechano y tan próximo al pueblo ... entre palacios.

Soy republicano y demócrata, creo en la libertad de elección de la gente, ¿por qué me lo niegan?.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues si tan mal nos va vcn la monarquía...me pregunto por qué la mayor parte del mundo (incluso algunos republicanos) admira su trabajo a la hora de representar a nuestro país...

¡¡Dior me libre de que nuestro único representante fuese ZP/Rajoy (y similares)!!... Entonces sí que nos vamos al culo del mundo...

Por cierto...¿Qué "trabajo" hace ZP (sin ser discutir con la oposición, pavonearse de lo que no hace ni cumple o realizar infinitas promesas falsas)...porque para lo que cobra...que no se queda muy atrás de lo que el Rey (si no lo supera)...

en fin...pa' opiniones los colores...

saludos!!

Merlin dijo...

Efectivamente, hace un buen trabajo de representación, pero ¿qué ocurriría si no fuera así?, ¿tenemos la posibilidad de elegir a otro representante? ;-)

Anónimo dijo...

Querido amigo Merlin,

Supongo que haber vivido algunos años con un sistema de gobierno que aparentemente funciona, a muchos les ha hecho creerse monárquicos convencidos.

Pero, este presente bondadoso no debería impedir que nos hagamos cuestiones sobre nuestro futuro.

Por ejemplo, ¿Que ocurriría si alguno de nuestros futuros representantes no diese la talla exigida?, en una republica le darían el “despido” a los cuatro años, pero ¿como se daría un “despido” en una monarquía? Si piensas en las soluciones que han adoptado algunas sociedades en otros momentos de la historia se te ponen los pelos de punta.

El resultado de lo anterior es que nuestro sistema no soporta bien la critica. La sola idea de poner en cuestión el papel de alguno de sus representantes parece que hace temblar los cimientos. Es en ese punto de debilidad donde se apoyan muchos de los argumentos en su contra.

Pero en este maremágnum de críticas hay una cuestión por la que deberíamos ser cuidadosos si llegado el momento decidimos apoyar las tesis de quienes se plantean un cambio. No todo el mundo es tan bienintencionado como quiere aparentar. Vestidos con la piel de cordero de quienes defienden el bien de la comunidad también se ocultan los que como único interés tienen el suyo propio. Oportunistas que ven en estas situaciones la posibilidad de montar su pequeño reino. Todos conocemos a algunos de esos para los que su fin justifica los medios, repito TODOS LOS MEDIOS. Y es que no siempre el enemigo de mi enemigo es mi amigo.

Me atemoriza pensar en la posibilidad de convertirme en un pobre incauto bienintencionado que termina apoyando alguna revolución que se desboca y acaba con otros cuarenta años conducidos por algún salvador de la patria sea del color que sea. Se tardan muchos años en construir una sociedad que funcione, en la que se respeten todos los derechos y opiniones, pero, tan solo se necesita una noche para desmontarlo todo.

Seamos sosegados y reflexivos, tenemos tiempo y formas pacíficas para cuestionarnos todo y decidir como queremos vivir el futuro.

Merlin dijo...

Estimado anónim@:

Está más que claro que pensamos exactamente igual, que el poder de representación y de gobierno del pueblo debe recaer, en última instancia, sobre el mismo pueblo.

Este sistema actual, efectivamente, parece funcionar, y ya está más que asentado en nosotros, pero ya se sabe que una de las características del ser humano es que siempre aspira a algo más, por eso tanto trajín actual con el monarquía si / monarquía no.

La situación se puede cambiar, y yo pienso que se debe cambiar y que el máximo representante debe ser "elegible", peor no se debe temer un cambio violento, los más de 2000 años de guerras en este viejo continente nos han llevado a aprender a hacer las cosas (más o menos bien) y estar inmersos en un mercado común implica que no habrá derramamientos de sangre porque significaría perder mucho dinero; la situación es muy diferente a las revoluciones de los siglos anteriores, para bien o para mal, pero hace falta que el pueblo despierte de una vez y empiece a entender el panorama ... cosa harto dificil por otro lado, al final resulta que somos locos idealistas jejeje.

Un saludo.