IBIZA Y LA LUNA

Llegó el gran día, hoy me toca llamar al seguro para que me mande una grúa con pinzas de arranque y que le de caña a la batería; podría simplemente avisar al mecánico y que viniera él, pero entonces me cobraría la salida y teniendo un seguro con asistencia en carretera no veo necesidad de buscar otro gasto, que la vida no está para muchos dispendios indiscriminados.

He seguido leyendo por internet cosas relacionadas con esta marca y modelo en concreto, incluso llegué a una página exclusiva del Seat Ibiza, y parece que no soy el único a quien la consola central le da problemas, pero no viene nada concreto y, sin embargo, todos coinciden en que será algo de la centralita (unos 400 lerus tirando por abajo).

Sea lo que sea, lo que está claro es que debo repararlo, porque he llegado a un nivel de dependencia del vehículo personal que está muy lejos de lo que el Protocolo de Kioto quisiera, pero ya veis, me la suda porque hilvanando temas con lo del gran timo que sigo investigando no puedo permitir que una panda de politicuchos y economistas me digan como debo desplazarme cuando se me antoje ... si tanto estuvieran interesados en evitar ese supuesto mal que nos acecha agazapado en la sombra del petroleo, que me truequen mi coche diesel por uno de iguales prestaciones y que no emita gases "piligrosos" a la atmósfera, así de claro. Pero como dudo que lo vayan a hacer, pues nada, a apoquinar con la avería y a seguir quemando combustible.

Y de paso, me he puesto pelín nostálgico con mi folkIbiza y he recordado todas y cuantas aventuras hemos disfrutado juntos, desde que llegó a mi vida hasta que se ha visto retenido en el aparcamiento del barrio. Son algo más de seis años juntos ya y este tiempo ha dado para mucho, momentos muy felices, momentos muy tristes, momentos al fin y al cabo que deberían ser un reto para todos los amantes de los deportes extremos, les invito a darse una vuelta por mi nostalgia si es que efectivamente quieren sentir la adrenalina recorriendo sus venas y arterias, porque, me río yo de la caida libre.

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