RUTINA

Si, apenas escribo, pero ya lo preveía, estar algo más de ocho horas al día ocupado hace que la cabeza deje de estar dando viajes siderales, los días avanzan a toda velocidad y se acaba cayendo en el pecado de la rutina, lo que conlleva la reducción de los temas dignos de ser comentados. Este blog ya tiene un prestigio y no es plan de contar una y otra vez las vicisitudes de mi querido berzas, hoy con bronca del jefe de obra incluida hacia este personaje, pintoresco y divertido, pero tan temerario que llega a desesperar (habrá más información sobre él).

Me lío.

Conocedor como soy de mi debilidad ante esta tentación de la rutina, intento que cada día, al salir de trabajar, haya algo diferente que hacer. Así por ejemplo, el lunes fue día de messenger, ayer tocó televisión y pipas (House), hoy sesión y cerveza, y mañana compras con la mama.

Dejo lo mejor para el viernes, porque aparte de tener medio día entero para tocarme las bowlings si es menester, el hecho de estar como antesala del fin de semana sirve para "cansarse" socialmente: reunión en la oficina, segunda temporada de Héroes, reunión de Prau en Hermosa, concierto en La Tribu ... y llegar a casa a las mil, reventado pero satisfecho de ver lo mucho y bien que cunden los días.

Creo que así evitaré el sentirme arrastrado por la marea rutinaria, y si, soy consciente de que poco a poco me estoy metiendo en muchos berenjenales, mientras pueda, me divierta y quiera, me gustaría que siguiera siendo así porque me está gustando tanta actividad ... impensable en un pasado reciente.

Bueno, me piro que voy a por esas cervezas.

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