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Y al final la obra de la fábrica se acabó el viernes, un pequeño retraso sobre el planning final hizo que mi presencia fuera indispensable ese día por tener que realizarse trabajos en altura, y cuando todo el mundo acabó la labor, me quedé casi veinte minutos por allí solito haciendo fotografías mentales de recuerdos, de todo lo que han significado estos casi cuatro largos meses ... fin.

Y como bien sabeis, en ese sitio los viernes por la tarde no se trabaja, por tanto me marqué un viaje de tarde con 173 kilómetros de distancia ... comienzo de un fin de semana revitalizador, como todos los que últimamente estoy viviendo, llenos de algo que no sabía que echaba en falta, con muchas palabras que creo que han sido dichas en el mejor momento, y también, porqué no decirlo, con fiesta etílico-gastronómica por doquier, como debe ser en un mundo que verdaderamente funciona. Y prueba de ello es el pulpo, cachelos y pimientos de padrón del viernes, con dos jarras de ribeiro como ingrediente esencial ... para coger el puntillo jejeje.

Lástima que ya no soy ningún mozalbete porque esa segunda jarra hizo que las fuerzas desaparecieran y los planes tuvimos que posponerlos,tampoco es que fueran importantes, más allá de pasar una noche juntos tomando cervezas, por tanto la mejor opción fue volver a casa a descansar.

Que el sábado nos aguardaba una interesante y sorpresiva jornada, por ambas partes. Después de comer salimos hacia "el ensayo" del grupo en ciernes ... y el ensayo fue una pequeña embarcada que con pocos medios y mucha disposición se solventó como mandan los cánones, eso si, me tuve que contener la risa en un 50% .... la charla posterior trajo una cosa bien clara, yo debo llevar el coche de vuelta así que dejo de beber.

Que bien hice porque fue abandonar el pueblo y "buenas noches, esto es un control de alcoholemia". Reconozco que estaba un poquitín acojonado porque, efectivamente, había bebido, aunque hacia más de tres horas y con empanada y tortilla mediante, pero nunca se sabe. Ya os he dado una pista de cual fue mi registro, por tanto respondeos vosotros mismos si me quitan el carnet o no.

La noche del sábado acabó por todo lo alto, a altísimas horas de la madrugada, incluso nos encontramos a un "vallarnista" que tampoco fue al concierto de Helguera (lo digo para que conste que no fuimoslos únicos jejeje) ... y el domingo amaneció, o llegó, o yo que se, que tanta cerveza te hace perder el control horario.

Sobremesa con Me llamo Earl, descanso y viaje de vuelta para llegar al filo de las once de la noche y mañana (por hoy) debo madrugar más que nunca (nunca referido a la historia reciente) pues debo conocer el que será, definitivamente, mi puesto de trabajo durante el próximo mes, día más o menos. Pero esta historia será contada en nuevas entregas del Autodiván ...

Gracias por todo, como siempre :-)

1 comentario:

Unknown dijo...

Se te perdona, pero que sepas que estrenamos un tema cántabro y te lo perdiste!

Un abrazo!