EL DÍA

Gris, triste, frío, acabado ... como el día de hoy.

¿Cómo puedes tratar de insuflar ánimos cuando apenas tienes para ti?.

Y lo peor de todo es que sabes que para sentirte vivo necesitas, en ocasiones, vivir en el fango, en la miseria, y al salir de ella llegas a valorar todo aquello que te rodea, sabes que respiras y entiendes que sobrevivir te hace más fuerte, te hace inmune a lo que pueda llegar en el futuro, y sin embargo cuando vives ahí abajo no lo puedes recordar.

Y al final sabes que toda esa oscuridad velada, la tristeza, el frío y la sensación de desolación son necesarios para que la vida siga adelante, porque las nubes y el agua harán que la semilla brote y el árbol reverdezca, el frío no es sino lo que ha hecho que los frutos y las hojas caigan al suelo y el día acabado, muerto, es el presagio de el nuevo día que amanecerá .... mañana.