LIBRE

La Patrona de Santander este año es fiesta.

Si, es extraño que La Virgen del Mar, 1 de junio, tan aclamada y celebrada aquí, en años anteriores no haya sido festivo, por obra y gracia de quienes quieren dar prioridad a los turistas y vistantes de julio que sobre los que viven en la ciudad y pagan religiosamente todos los tributos preceptivos que se tengan que pagar.

Y, por fin, tengo un puente, tengo un sábado libre, tengo un viaje a la vista, y hasta el martes no vuelvo "al vertedero" (pseudónimo que he puesto a la obra, ya explicaré las razones), por tanto ....


... ¡¡¡hasta la vuelta!!!.

TRISTEZA

Tal cual viniste hace unos años, ahora te vas, en silencio y con estruendo, habiendo dejado los corazones, otra vez, removidos. Me acompañaste una parte muy importante de mi camino, fuiste algo imprescindible ... te echaré de menos Mario. Hasta la vista.

Así te conocí y así te despido:

¿Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo?

Que uno tiene que buscarlo y dárselo.
Que nadie establece normas, salvo la vida.
Que la vida sin ciertas normas pierde formas.
Que la forma no se pierde con abrirnos.
Que abrirnos no es amar indiscriminadamente.
Que no esta prohibido amar.
Que también se puede odiar.
Que el odio y el amor son afectos.
Que la agresión porque sí, hiere mucho.
Que las heridas se cierran.
Que las puertas no deben cerrarse.
Que la mayor puerta es el afecto.
Que los afectos, nos definen.
Que definirse no es remar contra la corriente.
Que no cuanto más fuerte se hace el trazo, más se dibuja.
Que buscar un equilibrio no implica ser tibio.
Que negar palabras, es abrir distancias.
Que encontrarse es muy hermoso.
Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida.
Que la vida parte del sexo.
Que el por qué de los niños, tiene su por qué.
Que querer saber de alguien, no es sólo curiosidad.
Que querer saber todo de todos, es curiosidad mal sana.
Que nunca está demás agradecer.
Que autodeterminación no es hacer las cosas solo.
Que nadie quiere estar solo.
Que para no estar solo hay que dar.
Que para dar, debemos recibir antes.
Que para que nos den también hay que saber pedir.
Que saber pedir no es regalarse.
Que regalarse en definitiva es no quererse.
Que para que nos quieran debemos demostrar qué somos.
Que para que alguien sea, hay que ayudarlo.
Que ayudar es poder alentar y apoyar.
Que adular no es apoyar.
Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara.
Que las cosas cara a cara son honestas.
Que nadie es honesto porque no robe.
Que cuando no hay placer en las cosas no se está viviendo.
Que para sentir la vida hay que olvidarse que existe la muerte.
Que se puede estar muerto en vida.
Que se siente con el cuerpo y la mente.
Que con los oídos se escucha.
Que cuesta ser sensible y no herirse.
Que herirse no es desangrarse.
Que para no ser heridos levantamos muros.
Que sería mejor construir puentes.
Que sobre ellos se van a la otra orilla y nadie vuelve.
Que volver no implica retroceder.
Que retroceder también puede ser avanzar.
Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del sol.

¿Cómo hacerte saber que nadie establece normas, salvo la vida?

Mario Benedetti (14/09/1920 - 17/05/2009)

E LA NAVE VA

Me pongo a ver lectores de noticias de esos que abundan por la web y me encuentro con varias cosas que han pasado los últimos días o semanas, que por lo visto han armado mucho revuelo y de las cuales apenas he tenido constancia debido, sobre todo, al tremendo ajetreo que arrastro en este tiempo:

- la píldora del día después
- la reforma de la ley del aborto
- el debate sobre el estado de la nación
- la gripe esa de nueva generación
- una nueva ilegalización política por "sospechas de"
- un presidente autonómico acusado de "malversación" (¿sólo uno?)
- el batacazo de eurovisión
- el batacazo del real madrid
- etc, etc, etc

Y ninguna de ellas hace referencia alas verdaderas preocupaciones de las personas de la calle, de aquellas que se van a la calle, y que viven en la calle, por lo tanto concluyo que todo esto que aparece en los medios no es más que una campaña de desinformación al viejo modo de las cortinas de humo para no dejar ver lo que hay, efectivamente, tras ella.

Pero ya me he cansado de todo esto, no quiero saber nada de lo que me cuenten, tengo mi propio criterio y mi propia realidad, y esta pasa por madrugar seis días a la semana, estar diez horas recorriendo todos los "puntos calientes" de la obra, vigilar para que nada ocurra, realizar viajes relámpago a Gijón y esperar cada principio de mes para ver como esas cuatro cifras de mi nómina entran en mi cuenta corriente, que crece exponencialmente, y me permite, por primera vez en bastantes meses, pagarme de mi propio bolsillo una revisión de mi coche.

Y mirando un poco más allá, porqué no, soñar con hacer un viaje, cuando termine la obra, que tanto tiempo he estado esperando hacer, salir por fin de las fronteras del estado-nación-pais que me vió nacer y que me ha mantenido en su interior durante estos largos 37 años .... la vida es sueño y a veces es realidad, sólo es necesario un poquito de dinero :-)

Y me la sudan todos los que quieran complicarme la vida, porque hace ya mucho decidí ir por libre ... o acompañado por quien yo quiero jejeje.

DÍAS E HISTORIAS

Las Leyes de la Estupidez Humana, de las que aquí hemos hablado varias veces, tienden a repetirse de manera constante, lo que da fe de su valor absoluto como verdad universal, y obligan a tenerse en cuenta a cada momento. Yo aprendí esa lección hace tiempo y por tanto su ciclotímica repetitividad ya no me sorprende, y he creado un estilo propio para cuando me toca tratar con ese "ser estúpido".

En la obra tengo dos, un autoendiosado encargadillo del tres al cuarto, a quien llamo cariñosamente "Ladilla" y un capullín crecido en tiempos de bonanza ladrillera y que ahora mendiga trozos de pan, al cual conozco como "Patán". Tengo otros algo menos estúpidos, pero son tan poquita cosa que ni siquiera merecen ser nombrados.

Del primero, Ladilla, tuve mi primer encontronazo a las pocas semanas de empezar, es la típica persona que quiere estar al tanto de todo, pasando por encima de las competencias de los demás, y que no duda en agacharse a chupar pollas si cree que eso le puede servir para medrar (cosa difícil a sus ya bien superados 50 años); pues bien, intentó darselas de listillo conmigo haciendome ver que no sabía los nombres técnicos de unos elementos propios de la estructura que levantan sus obreros, pero la jugada le salió mal pues yo ya había hecho los deberes y me había informado por mi cuenta (es la ventaja que tiene ser alguien que no duda en preguntar lo que no sabe). Y lo mejor de todo fue cuando ante mi "orden" de levantar unas botellas de gases comprimidos, acción recogida en el Plan de Seguridad, el me salió con chorradas sin sentido, vamos que no lo apetecía "obedecer" y le pregunté si conocía lo que era un gas licuado y las leyes de los gases perfectos, le reté a que si sabía eso yo mismo levantaría la botella en cuestión con mis manos ........... minutos después lo tuvo que hacer él :-)

Del segundo, Patan, poco más que añadir a ese nombre que todo lo dice, si acaso reseñar una divertida historia que tuvo lugar hace unos quince días. Yo suelo dejar cierto margen de maniobra a la obligación de usar ciertos Equipos de Protección Individual, a saber: chalecos, ropa de trabajo de manga larga, botas, casco y gafas de seguridad; y contra todo pronóstico no es el casco lo que más molesta sino las gafas, y más aún a nuestro "entrañable" Patán. Pues bien, el acuerdo tácito al que hemos llegado, viendo yo la inconveniencia y no necesidad de usar 10 horas al día las nombradas gafas, es que en cuanto veo visitas de cierto nivel a la obra aviso de la obligatoriedad de ponérselas sin rechistar. Llegamos a ese día y veo que viene un preboste de la fábrica, todos se las ponen salvo el estúpido en cuestión que me dice que "los de seguridad estudian para no trabajar". Tamaño argumento se merece una rápida respuesta, seguro que muchos de vosotros ya la habeis adivinado: "si, y en cambio los necios como tú se dedican al encofrado". Huelga decir que su consiguiente reacción fue la violenta, pero para entonces ya le había dejado fuera de juego y sabedor, pese a sus palpables limitaciones, de su inferioridad, tanto física como intelectual y de poder, no le quedó otra que ponerse las gafas.

Desde entonces han venido haciéndome la puñeta, pero no me importaba, si, reconozco que algún día he salido de bastante mala ostia del curro, pero eso se queda allí, porque sabía que mi día llegaría antes o después .... y ha sido hoy.

Como privilegiado que soy en el cauce de la información, ayer al salir del curro me enteré de algo que iba a suceder hoy, relacionado con temas de control de acceso y documentación no presentada, algo que involucraba a ambas personas, siendo el segundo subcontratado de la empresa del primero. Patán no ha podido entrar a la obra hasta mediodía mientras que Ladilla no ha podido rematar tajos por no tener personal, lo que se traduce en la consiguiente pérdida de dinero. Yo podría haber intervenido para agilizar los trámites, pues tengo "enchufe" en el departamento que lleva este tema, pero, sinceramente, no me ha salido de las pelotas hacerles el favor. Ellos no lo saben y se tiran de los pelos por su necedad manifiesta cuando se les requirió dicha documentación y no lo llevaron a cabo, por tanto, ante su estupidez demostrada y por la "putada" que les he hecho al limitarme simplemente a mi trabajo (cosa que me obliga a hacer Ladilla, el autoproclamado encargado de la obra), me he reido dos veces.

Dios, ¡¡me encanta tratar con estúpidos!!