HACE UN AÑO

Hace exactamente un año, más ao menos a esta hora, dije "porqué tú lo vales", y hoy, exactamente un año después sigo pensando lo mismo, aunque con el cansancio debido a factores por todos conocidos.

Un año que ha pasado rápido y despacio, un año de aventuras y desasosiegos, de planes y risas, de desmadres etílico-gastronómicos y viajes de locura, un año compartido ...

Y porqué tu lo sigues valiendo, allá va otra canción:

DEAF SHEPHERD - Gie's a drink of water
(más conocido por EL TEMAZO)



¡¡Y UN PLUS RECIÉN ENCONTRADO!!
(un par de joyitas del año 1995)





Si has llegado hasta aquí, ya lo sabes, pero te lo digo otra vez:
Te quiero.

NESTOSDIAS

Desde la última entrada se han ido sucediendo unos cuantos acontecimientos, no siempre relacionados con el trabajo, que merecen tener su debida atención.

Cuando terminé de trabajar el pasado sábado, a eso de las 18:00, vine a casa para, después de una ducha rápida, partir hacia la vecina tierra donde me esperaba mi complemento perfecto para estar unas horucas juntos. Pues bien, pese a haberme levantado ese día a las 06:30am, hora en la que ni las farolas suelen estar por las calles, aguanté como un valiente hasta 26 horas después, con la ayuda de varios cafeses y algún que otro litro de cerveza (creo que perdí la cuenta al primero, y es que me hago vieju jejeje); y eso pesa al día siguiente, o mejor dicho, cuando abres los ojos unas pocas horas después.

De todos es conocido eso del reloj interno y por ese motivo mi cuerpo se ha acostumbrado al horario de verano y a la ingesta masiva de horas de luz (sin segundas) y me desperté pronto, excesivamente pronto podríamos decir y después de perrear en la cama unas horas más no quedaba otra que "empezar a ponerse en marcha" para regresar a Santander ... tocaba volver al currelo.

Y el lunes, después de trabajar, me despedí de una buena amiga a quien la vida no ha tratado todo lo bien que se merece, se ha decidido, por fin, a emigrar huyendo de las cadenas que no la dejaban recuperar su propia existencia. Mis últimas palabras antes de salir de casa fueron: "me siento orgulloso de ti", y es así, pese al miedo que lleva ambos sabemos que es lo mejor que ha podido hacer, y eslo mejor que la ha pasado en lustros, por eso, y por mucho más, te deseo lo mejor AMIGA (mantenme informado en cuanto puedas).

Llegamos al martes, una insoportable reunión de seguridad convocada cuando me tocaba hora de comida, me demuestra la nulidad de muchas de las personas que se dedican (aún me devaneo entre profesionalmente o porque no queda otra opción) a este campo, porque tener que explicar a alguien como se realiza una acción a quien es incapaz de levantar su gordo culo de una silla es una tarea harto complicada. En fin, lo mejor del caso fue cuando me invitaron a comer los jefazos del lugar ...

Dicha acción descrita se ha empezado a desarrollar hoy, no ha sido para tanto, aunque reconozco que la espectacularidad de montar y manejar un silo de 9000 kilos y 20 metros de altura no es, cuando menos, "preocupante", y más aún cuando lo tienes que coordinar con otras tareas que se desarrollan a escasos metros y que requieren la intervención de dos grúas ... en total son cuatro de estas máquinas las que he tenido en la obra hoy, desde las siete de la mañana (si amigos hoy tocaron diana una hora antes, a las 5:30 concretamente).

He salido del curro orgulloso de esa gente que tanto y tan bien (ya con mucha seguridad) han trabajado y que poco a poco están levantando la planta logística más hermosa a este lado del Ebro, seguro que en unos meses saldrá en los periódicos y entonces podré daros más datos; hoy quedaros con el siguiente: cero accidentes (y sigo tocando madera).

Intuyo que dentro de un par de días tocará hablar de la persona que ha sido mencionada en el primer punto de este mini resumen semanal, porque la fecha lo va a demandar, y porque se lo merce y yo quiero ... pese a que esté, hoy, a cientos de kilómetros.

EL CURRO

Creo que habiendo pasado ya unas cuantas semanas desde que empecé (volví) a trabajar, va siendo hora de contaros cosillas del sitio en cuestión.

Si mi anterior experiencia dentro del maravilloso mundo del montaje industrial se caracterizó por su "pequeño" formato tanto de estructuras como de personal, esta es diametralmente opuesta pues se trata de tres naves de más de cien metros de longitud cada una, un edificio central de oficinas de unos 30 0 40 más una planta almacenadora de caucho en la que iran unos silos suya punta más elevada se situará a casi 50 metros, hay gran cantidad de maquinaria (desde "manitous" hasta dos, tres o cuatro grúas móviles), todo tipo de equipos de soldadura, encofrados, topografías, montajes de protecciones colectivas .... y momentos puntuales de más de 30 trabajadores.

Todo ello, sumado y revuelto cual coctail, genera una gran cantidad de riesgos que aquí, el menda lerenda, se encarga de prevenir, ese es mi cometido, que todo el personal llegue, al final de la jornada, sano y salvo a casa, amén de velar por la seguridad de las instalaciones y equipos, que se considera propio de un prevencionista.

A día de hoy, y toco madera, salvo un par de golpes sin importancia no ha habido ningún accidente ni incidente, aunque el mal estado que presentan mi pies y tobillos se podrían considerar como riesgos no prevenidos jejeje.

Estoy bastante a gusto en la obra, la gente, si bien no tanto como en la anterior, me respeta y me tiene en cuenta porque la imagen que transmito no es la típica del toca-cojones de seguridad, simplemente velo por su seguridad con educación y buen rollo, mis contínuos paseos por todos los tajos son tomados como momento de "echar unas palabras" mientras les recuerdo las obligaciones que tienen .

Hace dos semanas me desvirgué en la formación a trabajadores, y lo hice por la puerta grande, explicando a un soldador belga, en inglés, cuales eran los riesgos presentes en la obra y que medidas preventivas debía tener en cuenta ... casi nada.

Y el momento de mayor gloria ha sido en el desfile de 60 hormigoneras, desde las siete de la mañana, organizando el tránsito de vehículos y personas de manera que no hubiera ningún problema, acción que no estaba prevista ni redactada en el plan de seguridad, compaginándolo con la llegada de los montadores de las redes a los cuales tuve que paralizar la tarea porque no lo hacían según las órdenes e indicándoles que la solución era mucho más sencilla y, por supuesto, más segura. Ese día todo salió a la perfección y pese al cansancio respiré aliviado al llegar a casa.

Ahora, cuando son las nueve y media de la noche, sólo tengo ganas de cenar un poco y meterme en la cama, me quedan aún dos días de trabajo ... porque el sábado también tengo que ir otras diez horas, horas, que, sirviendo de esperado precedente, van recogidas en la nómina.

Hasta próximas entregas en la vida de este Técnico Superior en Prevención de Riesgos Profesionales.

ON MOVING

El trabajo se desarrolla según los cauces previstos, y a la vez me han dado unos días de vacaciones para disfrutar este largo fin de semana en la compañía de mi complemento perfecto.


Aunque debo aclarar que por disfrutar no tenía en mente desarrollar una mudanza hasta un tercero sin ascensor, sólo deseo que tanto trabajo, sudor, sangre y lágrimas tenga como colofón la estabilidad y tranquilidad largamente deseada.


De todo este trabajo altruista lo que más me llama la atención es que lo más costoso no es subir mucbles y maletas por esas escaleras, ni limpiar dos casas al tiempo. No, lo peor de todo está siendo la gestión de las movidas telefónicas.


Me pregunto si a este pais llegará en algún momento el tan famoso siglo XXI.


Escribo estas líneas más como acto de presencia que por gusto, porque sinceramente no tengo muchas ganas de actualizar el blog tanto como hace unos meses ... no creo que sea el preámbulo del fin de este espacio vertedero, pero si que intuyo que no voy a estar tanto tiempo escribiendo, aunque a veces las intuiciones fallan :-)


Pasadlo bien el resto del puente, os dejo que me llaman para seguir esnifando lejía.