EXTROSPECTIVA 23

Cerramos ya un nuevo año, anodino y aburrido por lo general, la vida empieza a pasar a demasiada velocidad y no deja que ocurra casi nada fuera de lo normal por lo que los momentos dignos de recordar apenas pueden contarse con los dedos de una mano ... porque si tuviera que desgranar los momentos dignos de ser olvidados (casi siempre con algún nombre propio como centro, lo que en otras ocasiones denomino idiota o mongolo, pero no les voy a dar más importancia que la puntual) quizá no tendría hueco en una entrada aliviadero del año que acaba. 

Dentro pues los cinco momentos del 2023:

1- Esperando a la dosis de ácido hialurónico, fallida a la larga, pero funcionó durante unos meses, tendré que pedir una segunda ración:


2- Escenario para el bolo en la Universidad, mereció la pena todo el trayecto de años:


3- La inestabilidad del Miera, presente este año en múltiples ocasiones, y lo que todavía está por venir:


4- los putos dioses, bajo el nombre de Imar, al alcance la mano en Comillas; poco después sus hermanos pequeños Rura en Terán:


5- La torreznada en San Esteban de Gormaz, torreznos, cervezas, amigos y dulzainas, poco más le pido al 2024:

EXTROSPECTIVA 22

 A punto de mandar a tomar por culo el año de 2022 no puedo dejar de hacerlo sin destacar dos hechos que, cada cual a su manera, han marcado esta vuelta alrededor del sol, muy distintos entre si, en apariencia, y a la vez tan unidos en su dramatismo que deben ir de la mano.

El primero el fin del trayecto para mi viejo FolkIbiza, más de veinte años mano a mano y cientos de miles de kilómetros, de punta a punta de España, festivales, noches de juerga y manta y hasta algún que otro escarceo lúbrico-amoroso, que descanses en el desguace viejo amigo:


El segundo hecho fue otro final de viaje, el de mi querido primo Germán, el benjamín, el que quiso hacer aviones de papel que volaran alto, muy alto. Descansa primo quien sabe si nos volveremos a encontrar, pero si así fuera que suenen los LTE y sus espíritus reunidos.


Adiós 2022, año del reinicio, espero que el que viene detrás tuyo no deje un sabor de boca tan agridulce en su despedida, dentro de 365 días.


TRES PALABRAS

Decía Charles Bukowski que "existen cosas peores que estar solo, pero a menudo lleva décadas darse cuenta y la mayoría de las veces cuando lo haces es demasiado tarde y no hay nada más horrible que un demasiado tarde", y no quisiera ser yo un aspirante a hacer sombra a la suela de los zapatos del creador del antihéroe por excelencia, Henry Chinaski, peor humano y mejor misántropo ... pero si hay algo que en un determinado contexto es horriblemente peor que un "demasiado tarde" son estas tres palabras: 

Te lo dije. 

PD: y hubo un tiempo, aunque ya no lo practico, con otras tres que hacían estremecer los cimientos de la vida: "tenemos que hablar"

No lo intentes (está ahí) ...

FÁBULA DEL SR. CREOSOTA

Fue la minúscula y deliciosa chocolatina lo que le hizo reventar.
Fin.


NO CONTÉIS CONMIGO

“Todo lo que puede ser dicho acerca del sufragio puede ser resumido en una frase: Votar significa entregar tu propio poder.

Elegir un señor, o muchos señores, sea por largo o corto plazo, significa entregar a otra persona la propia libertad.

Llamado monarca absoluto, rey constitucional o simplemente presidente, el candidato que llevamos al trono, al gobierno o al parlamento siempre será nuestro señor. Son personas que colocamos «arriba» de todas las leyes, ya que son ellas que las hacen, cabiéndoles, además, a ellos mismos la tarea de verificar si están siendo obedecidas.

Votar es una idiotez.

Es tan tonto como creer que hombres y mujeres comunes y corrientes como nosotros sean capaces, de un momento a otro, en un parpadear de ojos, adquirir todo el conocimiento y la comprensión acerca de todo. Y es exactamente eso lo que sucede. Las personas que elegimos son obligadas a legislar acerca de todo lo que pasa en la faz de la tierra; acerca de cómo una caja de fósforos debe o no ser hecha, o aún si el país debe o no guerrear; cómo mejorar la agricultura, o cuál debe ser la mejor manera para matar algunos árabes o negros. Es muy probable que se crea que la inteligencia de estas personas crezca en la misma proporción en que aumenta la variedad de los asuntos con los cuales ellas son obligadas a tratar. Sin embargo, la historia y la experiencia nos demuestran todo lo contrario.

El poder ejerce una influencia enloquecedora sobre quien lo detenta y los parlamentos sólo diseminan la infelicidad.

En sus sesiones acaba siempre prevaleciendo la voluntad de aquellos que están, moral e intelectualmente, abajo de la media.

Votar significa formar traidores, fomentar el peor tipo de deslealtad.

Ciertamente los electores creen en la honestidad de los candidatos y esto perdura mientras dura el fervor y la pasión por la disputa.

Cada día tiene su mañana. De la misma forma que las condiciones se modifican, el hombre también se modifica. Hoy su candidato hace una reverencia en su presencia; mañana lo mirará despectivamente. Aquel que vivía pidiendo votos se transforma en su señor.

¿Cómo puede un trabajador, que usted colocó en la clase dirigente, ser lo que era antes si ahora habla de igual a igual con los opresores? Note la suficiencia tan evidente con que se expresa cada uno de ellos después que visitan un importante industrial o al presidente en su corte.

La atmósfera del gobierno no es de armonía pero sí de corrupción. Si uno de nosotros fuese enviado a un lugar tan sucio no sería sorprendente que regresásemos en condiciones deplorables.

Por eso, no abandone su libertad.

¡No vote!

En vez de entregar a los otros la defensa de sus propios intereses, ¡decídase! En vez de intentar escoger mentores que guíen sus acciones futuras, ¡sea su propio conductor! Y haga eso ¡ahora! Los hombres y mujeres convencidos no esperan mucho por una oportunidad.

Colocar en los hombros de los otros la responsabilidad por sus acciones es cobardía.

¡No vote! Nuestra elección anarquismo, apoyo mutuo y autogestión”.

Élisée Reclus (1830-1905) 
“Por qué los anarquistas no votan”