VEINTEVERSARIO
EXTROSPECTIVA 23
Cerramos ya un nuevo año, anodino y aburrido por lo general, la vida empieza a pasar a demasiada velocidad y no deja que ocurra casi nada fuera de lo normal por lo que los momentos dignos de recordar apenas pueden contarse con los dedos de una mano ... porque si tuviera que desgranar los momentos dignos de ser olvidados (casi siempre con algún nombre propio como centro, lo que en otras ocasiones denomino idiota o mongolo, pero no les voy a dar más importancia que la puntual) quizá no tendría hueco en una entrada aliviadero del año que acaba.
Dentro pues los cinco momentos del 2023:
1- Esperando a la dosis de ácido hialurónico, fallida a la larga, pero funcionó durante unos meses, tendré que pedir una segunda ración:
EXTROSPECTIVA 22
A punto de mandar a tomar por culo el año de 2022 no puedo dejar de hacerlo sin destacar dos hechos que, cada cual a su manera, han marcado esta vuelta alrededor del sol, muy distintos entre si, en apariencia, y a la vez tan unidos en su dramatismo que deben ir de la mano.
El primero el fin del trayecto para mi viejo FolkIbiza, más de veinte años mano a mano y cientos de miles de kilómetros, de punta a punta de España, festivales, noches de juerga y manta y hasta algún que otro escarceo lúbrico-amoroso, que descanses en el desguace viejo amigo:
El segundo hecho fue otro final de viaje, el de mi querido primo Germán, el benjamín, el que quiso hacer aviones de papel que volaran alto, muy alto. Descansa primo quien sabe si nos volveremos a encontrar, pero si así fuera que suenen los LTE y sus espíritus reunidos.
TRES PALABRAS
Decía Charles Bukowski que "existen cosas peores que estar solo, pero a menudo lleva décadas darse cuenta y la mayoría de las veces cuando lo haces es demasiado tarde y no hay nada más horrible que un demasiado tarde", y no quisiera ser yo un aspirante a hacer sombra a la suela de los zapatos del creador del antihéroe por excelencia, Henry Chinaski, peor humano y mejor misántropo ... pero si hay algo que en un determinado contexto es horriblemente peor que un "demasiado tarde" son estas tres palabras:
Te lo dije.
PD: y hubo un tiempo, aunque ya no lo practico, con otras tres que hacían estremecer los cimientos de la vida: "tenemos que hablar"