LA CURA, LA OBRA Y EL VIAJE
Aunque me duela admitirlo he estado demasiados meses abusando de una droga que me daba cierto placer, pero quizá sólo era un placebo y ahora, viendo la obra desde el anfiteatro reconozco que la interpretación ha sido penosa, los actores un fraude y el director ... bueno, ese ni siquiera estaba presente.
Todo se ve mejor desde fuera, he tardado más de lo deseado en aprenderlo, pero nunca es tarde si hemos llegado a buen puerto, ahora enfilo la bocana y el amarre lo tengo a la vista, sólo queda esperar que el práctico no la cague en el último momento y pueda,por fin, disfrutar de unas merecidas vacaciones, más que nada "porque esto es (ha sido) muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón".
CONTRA CORRIENTE
Por fortuna he encontrado que allá, no tan lejos como creía, hay un faro, o quizá sea una hoguera, un simple destello, y me ha mostrado el camino, ahora mis brazadas tienen un objetivo y cuando llegue a tierra firme veré que el barco siguió su singladura, por las aguas que le tocaba navegar.
Yo, en mi nuevo destino, tendré mi propio camino por andar, sobreviví al abismo, sobreviví a la certeza del final, abrí los ojos y vi, y he vuelto, fuerte, sabio, sin lastres.
AMARGAO
Sabiendo el diagnóstico ahora hay que encontrar una cura, seguir el tratamiento y curarme ... la cura pasa indefectiblemente por quitarme mis famosos lastres, al menos los que está en mi mano quitarme, uno de ellos es mi rol de Cicerón del que hablaba hace unas semanas, y es ahora, al comienzo del cuadragésimo segundo año de la Era Merliniana cuandome he puesto las pilas en ello, caiga quien caiga (que no seré yo).
El tratamiento será de larga duración y apuesto a que alguna recaida tendré, voy a grabarme a fuego las palabras "me harté de ser un puto amargao" para que no lo olvide nunca ... y como diría alguien que ha intentado abrirme losojos varias veces (ahora lo veo más claro) tengo que ser un poco malo, tanta bondad y pagafantismo no ha hecho más que convertirme en ese amargado de la vida que no recuerda para nada al chico alegre que fui.
CICERONNE DEBE MORIR
Llevo tiempo, mucho tiempo, hay quien diría que demasiado, con la idea de matar a Cicerón.
Su sola existencia es un lastre que, llegado a este punto, me arrastra hasta el fondo, y el abismo es negro, muy negro.
Sin embargo, para librarme de él, debo reconocer que todavía sufro los efectos de una histéresis magnética que le da vida, que le sustenta. Sólo cuando ésta desaparezca podré librarme de él.
Y nos dice la física que desaparece o bien en el tiempo o bien en el espacio, agrandándolo; y tiempo es lo único que no quiero perder, por tanto la solución es tan clara, tan obvia, que acojona su sencillez.
Buscaré fuerzas para llevarla a cabo.
ANDROIDEANDO
Prueba desde el teléfono, a ver si ahora voy a poder publicar desmanes o propósitos sin necesidad de tener el pc delante ...