QUE MALA PATA

Antecedentes:

1- Febrero de 1990 - En algún lugar del Mediterráneo entre Barcelona y Palma, buque de Transmediterranea, hora zulú: muy altas horas de la madrugada, estado: semietílico.
Recorriendo de punta a punta el barco, acompañado de mis colegas de juergas y apurando cuantas cervezas podíamos llegamos a una escalera entre cubiertas, un traspiés y golpe en la rodilla, horas después una vez arribamos a Palma de Mallorca nos vimos obligados a ir al Hospital. Resultado: derrame de líquido en la rodilla, pronóstico: moderado, tratamiento: dos semanas enyesado, recuperación: óptima, sin secuelas.

2- Febrero de 1992 - En algún lugar de Santander (concretamente en el túnel de Tetuán), hora zulú: altas horas de la madrugada, estado: consciente y abstemio.
Pasando en moto, de acompañante, por ese tunel, mi rodilla tuvo a bien intentar desplazar una barandilla peatonal, obviamente no pudo con ella y mi cuerpecito serrano acabó rodando por el suelo, de nuevo al Hospital con un boquete en la rodilla del que salía abundante líquido rojo. Resultado: rotura y pérdida de masa osea en el cóndilo, pronóstico: grave, tratamiento: dos operaciones de limpieza y recomposición del juego articular, dos semanas de ingreso, dos meses de reposo y seis meses de rehabilitación, recuperación: óptima aunque con secuelas de tipo barométrico.

3- 1997 - En la factoría de GSW en Santander, hora zulú: entre la 1 y las 2 de la tarde, estado: totalmente consciente, abtemio absoluto y entregado de pleno al trabajo.
Desplazando una parte de la maquinaria que estábamos reparando (de unos 1000 kilos aproximadamente), esta se puso nerviosa y abandonó su habitual estado de inmovilidad, rodando por el suelo y cayendo encima de lo que podíamos denominar mi pié, el cual, a pesar de estar protegido por botas de seguridad acabó chafado por encontrarse entre la pieza y el suelo. y es que el empeine se hallaba por encima de la chapa de seguridad de las botas (nchts!!). Resultado: fuerte golpe en el empeine, pronóstico: leve, tratamiento: reposo de dos días y antiinflamatorios, recuperación: óptima, sin secuelas.

4- Agosto de 2002 - En la factoría de Repsol YPF de La Marga, Santander, hora zulú: media tarde, estado: consciente, abstemio y trabajando.
Para la conversión del betún asfáltico en emulsión asfálfica se usan unos productos químicos denominados emulgentes, los cuales son suministrados en estado semisólido y deben ser fundidos mediante resistencias de aceite antes de pasar a formar parte de la emulsión. En uno de los procesos de fundición parte de ese producto, ya en estado sólido, decidió saltar del barril al pantalón de trabajo de este narrador y de ahí a tomar contacto con la piel del muslo, donde, a pesar de seguir las indicaciones de seguridad que había recibido: lavar con abundante agua y acudir a un centro médico con la etiqueta de seguridad del producto, este contacto se transformo en una quemadura química que abarcaba la práctica totalidad del muslo. Resultado: quemadura química de segundo grado (a pesar de que el hospital ignoraba que coño era ese producto), pronóstico: grave, tratamiento: Silvederma, limpieza diaria y vendaje no compresivo durante dos semanas, recuperación: óptima, secuelas en modo cicatriz que actualmente ya no son visibles.

Ayer:

Marzo de 2005 - En los almacenes centrales de S****k XX G*o*p (ejem, ejem), hora zulú: 16:00, estado: consciente, abstemio y currando.
Preparando el pedido de la tienda número 50 me agacho a coger un paquete de yogures (creo que de sabor fresa), al incorporarme noto como mi cabeza encuentra un obstaculo en forma de travesaño metálico que sirve de soporte de los niveles superiores de las estanterías (señores de Prevención ¿no deberían estar forradas?), a consecuencia de ese encontronazo entre mi dura cabeza y el duro travesaño se produce lo que denominamos golpe, el cual a su vez deriva en un momentaneo instante de pérdida de equilibrio a consecuencia del cual mi pié pierde su habitual forma de contacto con el suelo y encuentra un lugar entre dos palets donde tiene a bien retorcerse (pues el resto del cuerpo seguía en ese instante denominado "perdida de equilibrio"), y como consecuencia de este retorcimiento algo debe crujir dentro pues empieza a doler, a hincharse y me veo obligado, en contra de la voluntad de algunos, a acudir a la mutua, donde parece ser que el médico no se creía esta aparente mentira pues tiene a bien retorcerme un poco más dicho pié. Posteriormente parece ser que cambió de opinión pues me vendó el pié, me dió antiinflamatorios, me proporcionó unas muletas y me recetó un mínimo de ocho días de baja laboral, la cual gustosamente, y a pesar de casi no poder usar el pie para su uso habitual, acepté XDDDD

Vale, hasta aquí las historias ahora llega lo más sospechoso de todo, todos estos accidentes han sido siempre en LA PIERNA DERECHA, joder, mosquea ¿qué no?, ¿deberé decir a partir de ahora que me he levantado con el pié derecho?, ays, pero que rarito soy madre.

Bueno, pues ahora a volver a disfrutar de más días de descanso, y esta vez pagados al 100% jejeje, pero venga, que ayer me dolía mucho, tanto que ni dormí, pero, afortunadamente hoy ya casi ni me duele, sólo al pisar, mi cuerpo sigue reaccionando bien y su poder de regeneración me asombra, creo que de estos ocho días (al menos) voy a disfrutar alguno que otro a mi bola ;-)

Saludotes!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

1 comentario:

Rye dijo...

Lo pintes como lo pintes eres un patoso XDDDDDDDD