Me acercaba yo con el bodhran colgado del hombro, cuando miro hacia las escaleras y veo a una persona que me resulta familiar y que, además, se dirige al mismo lugar que yo, a mi querido Naroba donde se suceden, ahora ocaionalmente, las sesiones musicales de los miércoles.
Si, es ella, una de mis "queridas" compañeras de clase, pero algo no va bien, noto cierta tensión en el ambiente, de repente gira la cabeza al verme y mira hacia otro lado, como que no quiere verme ... y empiezo a descojonarme ...
Me hace muchisima gracia la gente que tiende, de manera natural, a complicarse tanto la existencia. Pero, al mismo tiempo, me facilita la vida, ahora se que no soy bien recibido cuando la vuelva a ver, y que si se tercia un "hola" éste no será más que algo obligado, por las circunstancias del momento.
Y yo preocupado.
Llegué al local, pero me comunican que no habrá sesión por dificultades de última hora. Ningún problema, los planes suelen salir mal. Con la misma nos sentamos los que allí estamos y al amparo de una buena pinta de cerveza, echamos unas risas desenredando los entresijos ocurridos el anterior fin de semana, que hay muchas cosas que permanecían ocultas en la memoria.
Cuando pedimos la segunda ronda, ella baja del altillo donde están las mesas, se la vuelve a ver nerviosa, no sabe donde meterse, pero es tan joven la pobre ingenua, no la voy (por ahora) a complicar la vida, estoy disfrutando de una agradable compañía y de muchas risas, así que tranquila "compañera" que te dejo marchar ... hijadeputa.
El próximo día, igual me sale la vena cabrona "ad momentum" y me apetece descojonarme un rato, será cuando la ponga en evidencia, pobre veinteañera pechugona, no sabe donde ha caido ni con quien se ha encontrado.
Me encanta ser un malo malote.
Jajajaja.
Si, es ella, una de mis "queridas" compañeras de clase, pero algo no va bien, noto cierta tensión en el ambiente, de repente gira la cabeza al verme y mira hacia otro lado, como que no quiere verme ... y empiezo a descojonarme ...
Me hace muchisima gracia la gente que tiende, de manera natural, a complicarse tanto la existencia. Pero, al mismo tiempo, me facilita la vida, ahora se que no soy bien recibido cuando la vuelva a ver, y que si se tercia un "hola" éste no será más que algo obligado, por las circunstancias del momento.
Y yo preocupado.
Llegué al local, pero me comunican que no habrá sesión por dificultades de última hora. Ningún problema, los planes suelen salir mal. Con la misma nos sentamos los que allí estamos y al amparo de una buena pinta de cerveza, echamos unas risas desenredando los entresijos ocurridos el anterior fin de semana, que hay muchas cosas que permanecían ocultas en la memoria.
Cuando pedimos la segunda ronda, ella baja del altillo donde están las mesas, se la vuelve a ver nerviosa, no sabe donde meterse, pero es tan joven la pobre ingenua, no la voy (por ahora) a complicar la vida, estoy disfrutando de una agradable compañía y de muchas risas, así que tranquila "compañera" que te dejo marchar ... hijadeputa.
El próximo día, igual me sale la vena cabrona "ad momentum" y me apetece descojonarme un rato, será cuando la ponga en evidencia, pobre veinteañera pechugona, no sabe donde ha caido ni con quien se ha encontrado.
Me encanta ser un malo malote.
Jajajaja.
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