Durante las últimas décadas se habló, y mucho, del maravilloso estado del bienestar que nos había tocado vivir; pues bien, a golpe de decretos, recientes, se lo han cargado. Nos llenaron la cabeza de preciosas historias de cuentos de hadas y princesitas, ofreciéndonos un falso sueño lisérgico que a las primeras de cambio, y en cuanto no han podido seguir llenándose los bolsillos, han suprimido, sin importarles ni medio cojón lo que hay detrás de sus podridos escaños.
Ahora es Inglaterra, con la mayor ostia social desde los tiempos de postguerra mundial (la 2ª), todavía colean (y lo que te rondaré morena) los planes liberales en Francia, como si sus dirigentes no recordaran lo que sucedió a otro absolutista hace un par de siglos cuando su cabeza cayó desde lo alto de un patíbulo separada del cuello, en Grecia, en Islandia, se oyen tambores por Europa Central ... mientras aquí, al norte de África, aborregados como estamos, disfrutamos de una nueva edición de Gran Hermano.
Pero hablemos de ese "Estado del bienestar" con el que se les hinchó la boca durante años.
Fue después de los horrores de la 2GM cuando surgió este término, esos seis años de guerra dejaron un panorama sombrío y los que agazapados en la sombra promovieron ese desatre quizá pensaron que se les había escapado de las manos el asunto, y contraatacaron al desánimo reinante con políticas encaminadas a volver a manejarnos a su antojo.
Karl Popper, uno de los filósofos más destacados de la postguerra describió en 1956 los males que podían ser resueltos por medio de la cooperación social (otra manera de llamarlo):
Ahora es Inglaterra, con la mayor ostia social desde los tiempos de postguerra mundial (la 2ª), todavía colean (y lo que te rondaré morena) los planes liberales en Francia, como si sus dirigentes no recordaran lo que sucedió a otro absolutista hace un par de siglos cuando su cabeza cayó desde lo alto de un patíbulo separada del cuello, en Grecia, en Islandia, se oyen tambores por Europa Central ... mientras aquí, al norte de África, aborregados como estamos, disfrutamos de una nueva edición de Gran Hermano.
Pero hablemos de ese "Estado del bienestar" con el que se les hinchó la boca durante años.
Fue después de los horrores de la 2GM cuando surgió este término, esos seis años de guerra dejaron un panorama sombrío y los que agazapados en la sombra promovieron ese desatre quizá pensaron que se les había escapado de las manos el asunto, y contraatacaron al desánimo reinante con políticas encaminadas a volver a manejarnos a su antojo.
Karl Popper, uno de los filósofos más destacados de la postguerra describió en 1956 los males que podían ser resueltos por medio de la cooperación social (otra manera de llamarlo):
- La pobreza
- Desempleo y formas similares de Inseguridad Social.
- Enfermedad y dolor.
- Crueldad penal.
- Esclavitud y otras formas de servidumbre.
- Discriminación racial y religiosa.
- Falta de oportunidades educacionales.
- Diferencias rígidas de clase.
- La guerra.
Y durante años se luchó por ello y dió la impresión de que se habían eliminado, pero era más bien una manera de tenernos controlados, nos hacían ver que podíamos ser "felices" mientras en la oscuridad las clases dominantes encontraban la manera de seguir a los uyo, amontonando poder y riqueza, ese ha sido desde siempre el motor del mundo por mucho que nos neguemos a verlo.
Esos males siguen presentes en nuestra sociedad actual, la del estado del bienestar (por mis pelotas), y de hecho van a crecer en los próximos años; la historia del hombre (civilizaciones occidentales) nos demuestra que cada x tiempo es necesaria una gran guerra para poner las cosas en su sitio, y llevan tiempo dándonos la murga con lo de el Eje del Mal, eufemísticamente también llamado terrorismo, los medios de comunicación de masas hacen de perritos falderos manteniéndonos atentos a las pantallas mientras nos adoctrinan contra un enemigo común y nos vuelven dóciles, y la gente vive atemorizada contra alguien invisible, ignorante de que aquellos que nos hablan son el verdadero enemigo, ellos y quienes les manejan (lobbys, banqueros, grandes emprearios ...).
Y volvamos ahora a nuestro pequeño pais; Francia, sus habitantes, nos están marcando una vez más el camino, la lucha, el ruido, la contestación ... cualquier pequeño recorte debe ser respondido en voz alta ¡¡NO!!, si se permite que uno sólo de nuestros derechos se elimine o se legisle a la baja mañana vendrá otro, y pasado otro, y cuando queramos darnos verdadera cuenta nos tendrán más cogidos por los huevos que nunca.
Es el momento de protestar, de gritar y de responder, de manera enérgica ... después será muy tarde y ellos habrán ganado ... otra vez.
Esos males siguen presentes en nuestra sociedad actual, la del estado del bienestar (por mis pelotas), y de hecho van a crecer en los próximos años; la historia del hombre (civilizaciones occidentales) nos demuestra que cada x tiempo es necesaria una gran guerra para poner las cosas en su sitio, y llevan tiempo dándonos la murga con lo de el Eje del Mal, eufemísticamente también llamado terrorismo, los medios de comunicación de masas hacen de perritos falderos manteniéndonos atentos a las pantallas mientras nos adoctrinan contra un enemigo común y nos vuelven dóciles, y la gente vive atemorizada contra alguien invisible, ignorante de que aquellos que nos hablan son el verdadero enemigo, ellos y quienes les manejan (lobbys, banqueros, grandes emprearios ...).
Y volvamos ahora a nuestro pequeño pais; Francia, sus habitantes, nos están marcando una vez más el camino, la lucha, el ruido, la contestación ... cualquier pequeño recorte debe ser respondido en voz alta ¡¡NO!!, si se permite que uno sólo de nuestros derechos se elimine o se legisle a la baja mañana vendrá otro, y pasado otro, y cuando queramos darnos verdadera cuenta nos tendrán más cogidos por los huevos que nunca.
Es el momento de protestar, de gritar y de responder, de manera enérgica ... después será muy tarde y ellos habrán ganado ... otra vez.
2 comentarios:
Pero tu sigues confiando en los españolelitos?
Sigamos aguantando nuestras miserias mientras admiramos a la princesa del pueblo.
Pateticos
Confianza, lo que se dice confianza, poca, pero eso no puede impedirme el que diga lo que pienso, al menos me quedaré más a gusto conmigo mismo.
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