Ayer fue el día en que di otro carpetazo, cerré mi mundo virtual, el facebook, que durante cinco años ha sido una especie de compañero de viaje y que a última hora se transformó en algo muy parecido a una secta destructiva. Durante todo ese tiempo me dejé caer en su embrujo, en su falsa realidad de amistades por doquier y, como ya expresé hace poco, la fiesta de las apariencias.
Lo mejor que he sacado de esta fuerte crisis ha sido recuperar el verdadero valor del mundo real, una conversación sin una pantalla de por medio da muchos más beneficios que el más extenso de los chats, incluidas aquellas que cierran etapas, que contribuyen a cicatrizar heridas mal curadas, el cara a cara con una persona que formó parte de tu vida y que ahora debe seguir su propio camino ... al igual que yo el mío.
Costará reiniciar la parte de mi cerebro que rige las rutinas, han sido muchos años, meses, semanas y día haciendo básicamente lo mismo, con ligeras variaciones pero en esencia una rutina mortal. No quiero planear nada, voy a intentar disfrutar todo lo que surja, y, sobre todo, voy a desdeñar todo aquello que no aporte nada. Si quiero cerrar etapas acabadas no puedo pretender caer en otras que no me sirvan para nada.
¿Cambiar para que todo siga igual?, no gracias.
REIR CONMIGO
Estoy bastante sorprendido de lo bien que voy evolucionando en la crisis, o debería decir lo bien que la estoy gestionando, desarmando a quien podría hacerme daño o conducirme a una nueva espiral de auto-odio, quizá la peor de las salidas que puede tener todo este proceso. Como le dije a uno de los buenos amigos que tanto me están ayudando en este proceso, tengo una gran necesidad de "hacer el ridículo", es la mejor manera que encontré para referirme a que debo volver a reirme de mi, la máxima expresión del sentido del humor.
Hace ya muchos años copié por aquí un texto sobre la muerte y el sentido del humor, y de como con nuestro mejor chiste podemos vencerla. Me he aplicado ese cuento desde entonces aunque no siempre he sabido hacerlo, e incluso en ocasiones lo he olvidado. Pero ahora ha vuelto, no hay mejor chiste que mirarse al espejo y reir con uno mismo, cada vez que me río recupero un poco de energía, porque ya estaba cansado de andar con el ceño fruncido, siempre cabreado ... gente del pasado me definía como un tipo con gran sentido del humor, y esa misma gente se sorprende al ver la ranciedad que me ha estado dominando.
Y es que no podía ser de otra manera, he estado tan ocupado tratando de salvar al mundo y a las personas que irremediablemente me olvidé de mi, de mi necesaria dosis de risa, de momento no hay quien me la pueda pasar y por ello debo ser mi propio camello, y cada vez que me ría estaré más cerca de olvidar lo cerca que estuve de sucumbir.
Hace ya muchos años copié por aquí un texto sobre la muerte y el sentido del humor, y de como con nuestro mejor chiste podemos vencerla. Me he aplicado ese cuento desde entonces aunque no siempre he sabido hacerlo, e incluso en ocasiones lo he olvidado. Pero ahora ha vuelto, no hay mejor chiste que mirarse al espejo y reir con uno mismo, cada vez que me río recupero un poco de energía, porque ya estaba cansado de andar con el ceño fruncido, siempre cabreado ... gente del pasado me definía como un tipo con gran sentido del humor, y esa misma gente se sorprende al ver la ranciedad que me ha estado dominando.
Y es que no podía ser de otra manera, he estado tan ocupado tratando de salvar al mundo y a las personas que irremediablemente me olvidé de mi, de mi necesaria dosis de risa, de momento no hay quien me la pueda pasar y por ello debo ser mi propio camello, y cada vez que me ría estaré más cerca de olvidar lo cerca que estuve de sucumbir.
ENERGÍA ROBADA
Tres o cuatro años, cuantificar este período con exactitud sería algo totalmente irrelevante, además de imposible porque no se con certeza cuando empezó en realidad, algo que en un pasado podría haber llevado a exasperarme ahora se ha convertido en algo banal, sin sentido, supongo que en ese aspecto algo si que he mejorado.
Si cometo la torpeza de revisar, en rasgos generales, todo este tiempo llego a la conclusión de que han sido absolutamente desaprovechados, y si ahondando en el error lo analizo de manera puntual, llego al convencimiento de que he sido utilizado, han usado mi tiempo y mi energía en "recomponer" una vida que no ha sido la mía, y ahora, que soy un espectador que ve la obra desde fuera del recinto (por mi propia decisión, ahí quiero ser honesto conmigo), soy mucho más consciente de todo lo que he expuesto.
Llego a esta conclusión ahora, cuando soy muy consciente de que el gravísimo daño que he sufrido al principio de esta crisis ha resultado no ser tan grande, aparte de haber desarrollado toda mi vida una habilidad especial para afrontar las crisis emocionales, me está costando muy poco, mucho menos de lo esperado, librarme del influjo de quien (concluyo) me ha estado utilizando, estoy convencido que lo ha hecho inconscientemente, mas el daño está ahí, o estaba.
Recomponerme del todo llevara algo más de tiempo, y afrontar la cara más dura de todo este proceso, pero las grandes heridas que me ha dejado estaban ya prácticamente cerradas antes del paso decisivo, razón más para saber que estoy en lo cierto, es como esa herida con costra que nos rascamos muchas veces, está curada pero sigue dando por el culo, sólo cuando dejamos de rascar llega a cerrarse del todo, y no lleva mucho tiempo.
Por otro lado, debo dejar de pensar que esa enfermedad tóxica me ha convertido en alguien que la padece, no, me niego a pensar que me han contagiado y que puedo llegar a transmitir y perpetuar ese mal.
Si cometo la torpeza de revisar, en rasgos generales, todo este tiempo llego a la conclusión de que han sido absolutamente desaprovechados, y si ahondando en el error lo analizo de manera puntual, llego al convencimiento de que he sido utilizado, han usado mi tiempo y mi energía en "recomponer" una vida que no ha sido la mía, y ahora, que soy un espectador que ve la obra desde fuera del recinto (por mi propia decisión, ahí quiero ser honesto conmigo), soy mucho más consciente de todo lo que he expuesto.
Llego a esta conclusión ahora, cuando soy muy consciente de que el gravísimo daño que he sufrido al principio de esta crisis ha resultado no ser tan grande, aparte de haber desarrollado toda mi vida una habilidad especial para afrontar las crisis emocionales, me está costando muy poco, mucho menos de lo esperado, librarme del influjo de quien (concluyo) me ha estado utilizando, estoy convencido que lo ha hecho inconscientemente, mas el daño está ahí, o estaba.
Recomponerme del todo llevara algo más de tiempo, y afrontar la cara más dura de todo este proceso, pero las grandes heridas que me ha dejado estaban ya prácticamente cerradas antes del paso decisivo, razón más para saber que estoy en lo cierto, es como esa herida con costra que nos rascamos muchas veces, está curada pero sigue dando por el culo, sólo cuando dejamos de rascar llega a cerrarse del todo, y no lleva mucho tiempo.
Por otro lado, debo dejar de pensar que esa enfermedad tóxica me ha convertido en alguien que la padece, no, me niego a pensar que me han contagiado y que puedo llegar a transmitir y perpetuar ese mal.
CULPA Y CASTIGO
Anoche, para variar, me costó dormir, y en una de las infinitas vueltas que dí, pensé en lo mucho que aparentemente me gusta castigarme, porque es innegable como me estoy regodeando en mi propia miseria, y algunas de las acciones cuasi-automáticas que hago día a día son la prueba más palpable de mi masoquismo.
Creo que me han inculcado una mentalidad intolerante con el fracaso y todo lo que hago cuando percibo o constato que he fracasado en algo, sirven de castigo para enmendar mis errores. Pero debo ser consciente de que esa estúpida moralidad judeocristiana que no permite errar al hombre es el mayor error en la historia de la humanidad, que no puedo estar eternamente flagelándome porque haya tenido malas relaciones sentimentales, trabajos de mierda en los que he durado menos que un caramelo a la puerta del colegio o, incluso, haya tomado decisiones que a la larga resultaron ser erróneas.
Si quiero sobrevivir y volver a vivir debo quitarme la máscara de la culpa, mejor dicho, debo considerar el error y la culpa como algo inherente al ser humano, a mi mismo, y debo convivir con ella y rebatirla asumiendo las consecuencias de lo hecho, de lo deseado y de lo conseguido.
Nunca busqué el reconocimiento ni la victoria, y por extensión y coherencia tampoco debo considerar el castigo como una opción, liberándome de la culpa me libero de su carga y me permito avanzar.
Creo que me han inculcado una mentalidad intolerante con el fracaso y todo lo que hago cuando percibo o constato que he fracasado en algo, sirven de castigo para enmendar mis errores. Pero debo ser consciente de que esa estúpida moralidad judeocristiana que no permite errar al hombre es el mayor error en la historia de la humanidad, que no puedo estar eternamente flagelándome porque haya tenido malas relaciones sentimentales, trabajos de mierda en los que he durado menos que un caramelo a la puerta del colegio o, incluso, haya tomado decisiones que a la larga resultaron ser erróneas.
Si quiero sobrevivir y volver a vivir debo quitarme la máscara de la culpa, mejor dicho, debo considerar el error y la culpa como algo inherente al ser humano, a mi mismo, y debo convivir con ella y rebatirla asumiendo las consecuencias de lo hecho, de lo deseado y de lo conseguido.
Nunca busqué el reconocimiento ni la victoria, y por extensión y coherencia tampoco debo considerar el castigo como una opción, liberándome de la culpa me libero de su carga y me permito avanzar.
BIOS Y PLATÓN
Estar de bajón no es sano, y no lo digo por el aspecto psicológico y vital, quiero encaminarlo también al físico. Tal vez sea todo una somatización de los quebraderos de cabeza pero empiezo a sentirme enfermo, y si cuando estaba mentalmente fuerte no me gustaba ¿qué podría decir ahora?.
En la adolescencia fui diagnosticado como hipocondríaco, y coincidió con mi primera gran ruptura sentimental, ese amorcito del instituto, llegó a un punto en que en una de mis innumerables visitas al médico, éste llegó a ofrecerme "dos hostias" si volvía a visitarle sin que fuera una dolencia real. Esas palabras actuaron como un bálsamo de Fierabrás ya que, no se si por miedo o por convicción, no fue hasta muchos años después cuando volví a verle, y si, con algo real, una lumbociática, doce años después.
Supongo que mi mente me está jugando una mala pasada, sumado a una escasa alimentación, exceso de tabaco y pésimas noches de sueños en absoluto reparadores, todo ello me han traido a una nueva estación, la de las malas sensaciones físicas.
Se sabe que en el proceso de las depresiones hay una mala regulación hormonal, con aumento del cortisol (hormona del estrés) y disminución de dopamina, serotonina y la norepinefrina, y como todo desequilibrio de esas sustancias conlleva un mal funcionamiento del cuerpo humano. Somos unión de mente y cuerpo con unas extrañas y complejas relaciones químicas, los hechos lo demuestran día a día, sirva esta entrada para constatarlo.
En la adolescencia fui diagnosticado como hipocondríaco, y coincidió con mi primera gran ruptura sentimental, ese amorcito del instituto, llegó a un punto en que en una de mis innumerables visitas al médico, éste llegó a ofrecerme "dos hostias" si volvía a visitarle sin que fuera una dolencia real. Esas palabras actuaron como un bálsamo de Fierabrás ya que, no se si por miedo o por convicción, no fue hasta muchos años después cuando volví a verle, y si, con algo real, una lumbociática, doce años después.
Supongo que mi mente me está jugando una mala pasada, sumado a una escasa alimentación, exceso de tabaco y pésimas noches de sueños en absoluto reparadores, todo ello me han traido a una nueva estación, la de las malas sensaciones físicas.
Se sabe que en el proceso de las depresiones hay una mala regulación hormonal, con aumento del cortisol (hormona del estrés) y disminución de dopamina, serotonina y la norepinefrina, y como todo desequilibrio de esas sustancias conlleva un mal funcionamiento del cuerpo humano. Somos unión de mente y cuerpo con unas extrañas y complejas relaciones químicas, los hechos lo demuestran día a día, sirva esta entrada para constatarlo.
LABORES
Avanzamos, y mi mente analítica ha tenido la ocurrencia de marcarme una hoja de ruta. Conozco a la cabrona y se que si no la cumplo hay muchas posibilidades de que insista en ello, es pesada y en ocasiones exasperante, pero sobre todo muy manipuladora y con buena retórica .... creo que tiene razón, y debo seguir los pasos que anoche me dictó.
Debería cerrar la herida que ha abierto el pozo sin fondo, parece una quimera y también bastante irónico que sea la más antigua y al tiempo la más sencilla de curar, sólo cuestión de tiempo y perseverancia, y una buena dosis de melapelismo, pero con coherencia, por favor. Las curvas de las que hablaba el otro día no son tan nítidas, se asemejan mucho más a dientes de sierra y sólo su suavización permite representarlas como algo contínuo; la realidad me dice que en el proceso, tanto de ascenso como de caída, habrá seismos y habrá elevaciones que no serán reales, sólo debo estar fijo en el objetivo, la parte más alta de la curva.
Decir adios, definitivamente, siempre es duro, pero es un proceso que no debo olvidar, es lo más importante (aparte de tener que haberlo hecho hace mucho), si no lo consigo entonces no habré hecho otra cosa que haber perdido, de nuevo, el tiempo, y en ello quiero volcar energia, sangre, sudor y, porqué no, lágrimas. De momento lo llevo bastante bien, o eso creo al menos, cada día que pasa duele menos el corazón ... aunque siga sin tener apetito.
Si llego a conseguir ese objetivo seré capaz de afrontar la otra parte de mi esperada y necesaria recuperación, la más dura porque implica a mi padre que ya no está conmigo, se marchó viendo como estaba malgastando el tiempo que me había concedido y se que esperaba mucho, y lo mejor, de mi. No se si creo en otra vida después de la muerte, nunca me he parado a pensarlo, pero en cierto modo espero que exista y allí esté todavía esperando a que "me ponga las pilas" .... todo esto que me toca por hacer va por ti papá, te quiero, te fuiste sin estar orgulloso de mi y todo lo que tengo que hacer lo haré con tu recuerdo.
Eres la pieza esencial de todo este rompecabezas.
Debería cerrar la herida que ha abierto el pozo sin fondo, parece una quimera y también bastante irónico que sea la más antigua y al tiempo la más sencilla de curar, sólo cuestión de tiempo y perseverancia, y una buena dosis de melapelismo, pero con coherencia, por favor. Las curvas de las que hablaba el otro día no son tan nítidas, se asemejan mucho más a dientes de sierra y sólo su suavización permite representarlas como algo contínuo; la realidad me dice que en el proceso, tanto de ascenso como de caída, habrá seismos y habrá elevaciones que no serán reales, sólo debo estar fijo en el objetivo, la parte más alta de la curva.
Decir adios, definitivamente, siempre es duro, pero es un proceso que no debo olvidar, es lo más importante (aparte de tener que haberlo hecho hace mucho), si no lo consigo entonces no habré hecho otra cosa que haber perdido, de nuevo, el tiempo, y en ello quiero volcar energia, sangre, sudor y, porqué no, lágrimas. De momento lo llevo bastante bien, o eso creo al menos, cada día que pasa duele menos el corazón ... aunque siga sin tener apetito.
Si llego a conseguir ese objetivo seré capaz de afrontar la otra parte de mi esperada y necesaria recuperación, la más dura porque implica a mi padre que ya no está conmigo, se marchó viendo como estaba malgastando el tiempo que me había concedido y se que esperaba mucho, y lo mejor, de mi. No se si creo en otra vida después de la muerte, nunca me he parado a pensarlo, pero en cierto modo espero que exista y allí esté todavía esperando a que "me ponga las pilas" .... todo esto que me toca por hacer va por ti papá, te quiero, te fuiste sin estar orgulloso de mi y todo lo que tengo que hacer lo haré con tu recuerdo.
Eres la pieza esencial de todo este rompecabezas.
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