Soy consciente de que algunos, con unos valores que podríamos denominar tradicionales, pueden pensar sobre mi (y de hecho lo hacen) que soy un fracaso. Personas como mi padre curtido en los más ancestrales arquetipos de lo que es el éxito personal (esto es: casa, familia y trabajo) no sienten en absoluto ningún orgullo al tenerme cerca.
Bien, en el caso de mi padre y otros similares, mal que me pese, puedo aceptarlo, por aquello del respeto que les pueda tener, y aunque no acepto esa idea de que soy un timo (porque, sencillamente, no lo creo) la puedo llegar a entender, sin más.
Ahora bien, cuando alguien me acaba de conocer y me prejuzga en base a esos estereotipos trasnochados, siendo muy poco coherente con la idea que quieren transmitir al exterior sobre ellos mismos, lo siento, pero lo único que me provocan son ganas de reirme, de reirme de ellos, por la vacuidad de sus vidas más preocupados en gastarla con lo que piensen los demás que en lo que ellos piensan sobre si mismos, los veo como esos borreguitos que siguen unos dictados sociales sobre los que ni siquiera se atreven a opinar, bueno, si, opinan sobre los demás pero nunca ven la viga en su ojo.
Tengo 36 años, vivo en una habitación en casa de mis padres, tengo como únicas posesiones un coche con casi ocho años y un ordenador de igual edad, y vagabundeo de trabajo en trabajo ... efectivamente, a sus ojos seré un fracaso, pero no pierdo el tiempo sopesando esa idea, no más que para escribir esta entrada, porque a mi la única valoración que admito que no sea la mía, es la que tienen las personas que están cerca mío, aquellas que pese a todo su única preocupación no es el dinero que gano y tengo en la cuenta, si no que su pregunta es ¿eres feliz?.
Poca gente me hace esa pregunta, mucha me prejuzga sin hacermela; y ahora decide en que bando estás y sabrás de antemano si tu comentario será admitido como crítica, o no despertará en mi otra cosa que un ataque de descojono.
PD: anticipo que si, soy feliz, en estos momentos de mi vida lo soy.
Bien, en el caso de mi padre y otros similares, mal que me pese, puedo aceptarlo, por aquello del respeto que les pueda tener, y aunque no acepto esa idea de que soy un timo (porque, sencillamente, no lo creo) la puedo llegar a entender, sin más.
Ahora bien, cuando alguien me acaba de conocer y me prejuzga en base a esos estereotipos trasnochados, siendo muy poco coherente con la idea que quieren transmitir al exterior sobre ellos mismos, lo siento, pero lo único que me provocan son ganas de reirme, de reirme de ellos, por la vacuidad de sus vidas más preocupados en gastarla con lo que piensen los demás que en lo que ellos piensan sobre si mismos, los veo como esos borreguitos que siguen unos dictados sociales sobre los que ni siquiera se atreven a opinar, bueno, si, opinan sobre los demás pero nunca ven la viga en su ojo.
Tengo 36 años, vivo en una habitación en casa de mis padres, tengo como únicas posesiones un coche con casi ocho años y un ordenador de igual edad, y vagabundeo de trabajo en trabajo ... efectivamente, a sus ojos seré un fracaso, pero no pierdo el tiempo sopesando esa idea, no más que para escribir esta entrada, porque a mi la única valoración que admito que no sea la mía, es la que tienen las personas que están cerca mío, aquellas que pese a todo su única preocupación no es el dinero que gano y tengo en la cuenta, si no que su pregunta es ¿eres feliz?.
Poca gente me hace esa pregunta, mucha me prejuzga sin hacermela; y ahora decide en que bando estás y sabrás de antemano si tu comentario será admitido como crítica, o no despertará en mi otra cosa que un ataque de descojono.
PD: anticipo que si, soy feliz, en estos momentos de mi vida lo soy.
2 comentarios:
efectivamente mucha gente quiere desmarcarse de las masas, diciendo que leen mucho, que no cotillean como sus vecinas, que son liberales, y llevan camisetas de rayas, pero a la hora de la verdad hacen exactamente lo mismo. Yo llevo camisetas de ratas porque molan, no leo "libros" chachiguays pero si lo que me interesa, opino sobre los demás a base de su trato hacia mi no por su aspecto (q eso engaña mucho). Ai... a cuánta gente le hace falta "viajar" y no necesariamente fuera de su comunidad, país o continente....
Es que, desgraciadamente, mucha gente se ha olvidado que para ser feliz hay que: vivir y dejar vivir.
Y no es sólo el título de una canción.
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