Aún recuerdo a aquella profesora de Matemáticas que tuve desde 4º hasta 8º de EGB (salvo en sexto que tuvimos a otra, bastante peor), y no sólo eso, también fue mi tutora en todos esos años, creo que el hecho de tener como compañero a su sobrino fue lo que lo hizo posible. No era mala, pero si bastante "gritona" e histérica, y tenía una mano derecha digna del mejor Tyson de todos los tiempos, cosa que, por otra parte, haberla sufrido, no me ha creado ningún trauma ni ganas de entrar en un centro comercial armado con un M16 y dos Berettas para cargarme a todo bicho viviente.
El caso es que esta profesora, de cuyo nombre prefiero olvidarme (o al menos no dejarlo por escrito, que nunca se sabe), tenía una coletilla a la hora de explicar las cosas que se me ha quedado bastante enganchada a la materia gris; y era: "blanco y en botella, leche".
Daba igual que hablara deecuaciones de segundo grado o del sexo de los ángeles, siempre que apostillaba así tú tenías que creertelo y punto. La verdad universal acababa de ser enunciada y nosotros, pobres ovejuelas descarriadas, debíamos obedecer ante la posible venganza de nuestra creadora.
Pero de repente surgió "el listo de los cojones que todo lo sabe" que nos hizo ver la nueva luz:
- "blanco y en botella, horchata".
Tócate los cojones, al final resulta que lo que tenemos por único y verdadero puede tener múltiples caras y sólo necesitas un poco de perspicacia para llegar a ellas.
Eso o tener al lado tuyo al "listo de los cojones que todo lo sabe".
El caso es que esta profesora, de cuyo nombre prefiero olvidarme (o al menos no dejarlo por escrito, que nunca se sabe), tenía una coletilla a la hora de explicar las cosas que se me ha quedado bastante enganchada a la materia gris; y era: "blanco y en botella, leche".
Daba igual que hablara deecuaciones de segundo grado o del sexo de los ángeles, siempre que apostillaba así tú tenías que creertelo y punto. La verdad universal acababa de ser enunciada y nosotros, pobres ovejuelas descarriadas, debíamos obedecer ante la posible venganza de nuestra creadora.
Pero de repente surgió "el listo de los cojones que todo lo sabe" que nos hizo ver la nueva luz:
- "blanco y en botella, horchata".
Tócate los cojones, al final resulta que lo que tenemos por único y verdadero puede tener múltiples caras y sólo necesitas un poco de perspicacia para llegar a ellas.
Eso o tener al lado tuyo al "listo de los cojones que todo lo sabe".
2 comentarios:
He llegado a este blog no sé cómo,pero me he enganchado y he seguido leyendo las sucesivas entradas. Y he llegado al "Blanco y en botella" de una profesora "histérica y chillona" que yo también fui -aunque ahora estoy más calmada-.
Y a esta canción también llegué de casualidad y creo que va muy bien aquí. Te seguiré leyendo.
La canción, se me olvidaba.
http://www.youtube.com/watch?v=SSuz5u3OD3U&feature=related
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