Oficialmente desde ayer, realmente mucho antes, pertenezco por derecho a uno de los grupos en riesgo de exclusión social a los que afecta de manera directa la última reforma laboral:
Llevo un año ininterrumpido apuntado a las listas del antiguo INEM.
Eso en principio debería ser suficiente para que, en base a esa nueva ley, las empresas se pelearan por contar con mis servicios, toda vez que tendrían muchísimos beneficios fiscales, beneficios que ni siquiera me voy a molestar en saber porque para ello tienen (o deberían) asesorías laborales.
Sumen este hecho al anterior nombrado de mi desafiliación sindical me convierte en carne de cañón, alguien a quien poder explotar sin remisión ni rubor, aquí estoy, soy vuestra puta para lo que ordeneis y deseeis.
¡Hijos de puta!.
PD: soy la ira de Jack.
Llevo un año ininterrumpido apuntado a las listas del antiguo INEM.
Eso en principio debería ser suficiente para que, en base a esa nueva ley, las empresas se pelearan por contar con mis servicios, toda vez que tendrían muchísimos beneficios fiscales, beneficios que ni siquiera me voy a molestar en saber porque para ello tienen (o deberían) asesorías laborales.
Sumen este hecho al anterior nombrado de mi desafiliación sindical me convierte en carne de cañón, alguien a quien poder explotar sin remisión ni rubor, aquí estoy, soy vuestra puta para lo que ordeneis y deseeis.
¡Hijos de puta!.
PD: soy la ira de Jack.
No hay comentarios:
Publicar un comentario