Ayer tuve que ir a trabajar, fueron tan sólo 3:45 horas, pero supongo que por aquello de ser el nuevo me pusieron a mover cajas de ¿sidra? ("El gaitero", donde esté la sidrina de Llanes que se quite esta y cualquiera), fueron más de 300 cajas de este líquido elemento, rearmando palets; un trabajo bastante duro que llevé lo mejor que pude ... hasta que el viejo ¡crack! volvió a sonar en mi maltrecha espalda, obviamente completé mi jornada lo mejor que pude pues si caigo de baja en tiempo de prueba este no cuenta para superar dicho periodo (¿legal?, ¿moral?). El resultado fue que cuando llegué a casa directamente a la cama donde me he estado metido hasta ahora, y aún la tengo chafada, me duele bastante pero me resisto a seguir tumbado, necesito levantarme, además esta tarde tengo una tocata en un pueblecito cercano a Cabezón de la Sal, como todos los meses nos juntaremos unos cuantos locos "folkis" para dar rienda suelta a nuestra música.
Hace cosa de año y medio me sucedió lo mismo y durante casi un año no pude tocar, no pude hacer lo que realmente me gusta por tener que trabajar, y hoy recuerdo lo que pensé en aquellos días de dolores y aburrimiento: ¿hasta que punto compensa el trabajar?, ¿no hay manera de conjugar la vida laboral con la vida social?, ¿somos simplemente máquinas productivas?. Las respuestas siguen en el aire y hoy, con la experiencia adquirida de los trabajos anteriores me asaltan con más fuerza todas estas dudas, y me llevan a pensar que este trabajo que tengo ahora es una auténtica mierda y que me va a robar gran parte de mi vida, de mis sueños y de mi tiempo libre ... por el momento ya me ha quitado un sábado y creo que un domingo, tras haber estado sólo dos días y medio ¿compensa?, obviamente no, pero que asco, resulta que necesito esas cuatro perras que ganaré, y quien sabe quizá con ellas consiga realizar alguno de mis sueños.
Resulta curioso todo este galimatías, no me siento realizado en este trabajo, que basicamente es similar a muchos de los anteriores, y sin embargo se que sirvo para ello (un almacén no tiene secretos para mi), trabajo por un salario irrisorio que me dará para realizar algo que se que me gustará, pero cuando cuando se acabe la paga tendré que seguir marchitandome en en lugar o similares ... hasta que me vuelva a salir la vena rebelde (que se ha dormido por el camino de este año) y estalle.
Dudas, dudas y más dudas, y sobre todo dolor, mucho dolor, ¡¡¡ayyyyyy mi espalda!!!.
1 comentario:
grialita la solución seria esa si no sufriera de una profunda aversión a los medicamentos: durante muchos años he estado en tratamiento antialérgico y entre otras maravillas me dieron cortisona que tuvo un fenomenal impacto en mi cuerpecito serrano. La anterior chafada de espalda me la solucionaron con ibuprofeno que me dejaba K.O., supongo que lo mejor será espera a ver que pasa y como último remedio tirar de fisio que para eso tengo un amiguete :-)
lakshmi no te preocupes si me respondes o no, de lo que se trataba era de hacerte llegar un pequeño apoyo desde la distancia y en forma de ciberayuda. La verdad es que la historia si que es rara-rara-rara de narices, pero no se, supongo que al final se tratará de ser prácticos y buscar la mejor salida; desde luego que ese ir y venir de humores no es bueno ni para él ni para tí, una de dos o lo zanjais hablando sin tabúes o a seguir como hasta ahora. En cualquier modo, decidas lo que decidas y hagas lo que hagas tienes aquí mi pequeño granito de arena en forma de abrazo virtual.
Lo de mi curro, ufffffff, es otra situación de esas extrañas que rodea nuestras vidas, en un próximo post intentaré hacerme comprender, estoy empezando el balance del año que se nos va y que mejor manera de hacerlo que en un largo y exhaustivo mensaje :-)
Gracias por vuestro comentarios y por vuestras visitas jejeje el contador va subiendo ;-)
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