El sabio iba caminando y encontró un gusano de seda luchando por salir del capullo. Se revolvía, empujaba, se esforzaba, pero a duras penas podía salir de su prisión. Entonces el sabio, decidió echarle una mano y abrió un pequeño agujero en el capullo de seda, por donde salió el gusano sin dificultad alguna. Pero vió el sabio que el gusano apenas se movía, y observó y siguió observando, el gusano no se movía, no se movía ... así se fue entonces el sabio y llegó a su casa. Y, por casualidad, cogió una revista ... por casualidad la abrió por una página ... por casualidad resultó ser un artículo sobre las mariposas y leyó que los gusanos las tienen que pasar muy putas en el capullo, luchar sin freno por conseguir salir y transformarse en las más bellas y fuertes mariposas que pueda haber. Fue entonces cuando el sabió comprendió que el gusano no había recibido el beso de un Dios, y por ello murió.
El otro día en la tocata con mis compis folkis conocí personalmente a Mario San Miguel, personaje bastante conocido en el ámbito musical, creativo y alternativo de Cantabria, y entre risas, canciones y alegría nos deleitó con este cuento, toda una revolución a las ideas, y que me ha dejado impresionado, una oda a ¡¡esta es mi vida, y bien contento que estoy leñe!!, asi que desde hoy proclamo mi derecho a sufrir y a pasarlo mal, total, ya hice las paces con Dios y quiero seguir sintiendo sus besos, se que no se olvida de mí :-)
¡¡Gracias Mario por transmitirme tu alegría de vivir!!
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