Recuerdo como empecé con esto del blog, fue hace ya tres años cuando un amigo de Madrid me contó como hablaba de sus cosas en público y de como la peña que le leía le daba consejos con sus problemas o simplemente le apoyaba en momentos delicados o sin más, exponía las chorradas que se le cruzaban por los entresijos de su cerebro. Por aquel entonces acababa de terminar mi aventura emancipatoria y se abría un oscuro tunel de futuro, lo que también traía consigo una necesidad de comerme la cabeza y me dije "bueno, puedo hacerlo escribiendo, a ver que pasa".
Y dicho y hecho, abrí La Bitácora y ya está a punto de empezar su cuarto año de existencia, lo cual será celebrado en oportuno momento, que preveo (la bola mágica avisa) no vendrá solo ... pero no iba a eso, estaba contando como fueron mis primeros pasos en la blogosfera.
Me encantaba escribir, tonterías en un principio donde daba salida a mis comeduras sobre la realidad cotidiana, política y devenir, pero intuía que esto daba para más, y empecé a exorcizar demonios. Un buen día me dió por mirar lo que se movía a mi alrededor, a ver que se hablaba en blogs vecinos y tuve la feliz idea de buscar palabras de gente de mi tierruca. No eran muchos, apenas un par de docenas y la mayoría eran de quita y pon, hola mundo y adios ... pero hubo un par de ellos que eran realmente blogs, el de nuestra amiga grialita y el de la metalera Freya; conocí a la primera y el resto es historia, de su mano entré en contacto con la panda del superático, una peña loca cada uno de ellos con un rincón en la red y trascendió una amistad virtual en una real, así hasta hoy; también conocí a la madrileña Nightology a la que mando un abrazo por si me sigue leyendo.
Poco a poco, la vida empujó a cada uno a otras cosas y los blogs se fueron abandonando, salvo elfriqui que ha continuado abriendo y cerrando ideas, pero que más o menos se mantiene, y también continúa Nightology ... pero, ¿y el resto?, pues tienen cosas mejores que hacer, cosas muy loables, y aquí sigo yo, pensando en renovar el blogroll de la derecha (Lugares de Confianza) porque la gran mayoría de ellos ya están totalmente obsoletos.
Así que ayer decidí hacer un "volver a empezar", busqué de nuevo blogs de Cantabria y me sorprendió encontrarme con ¡¡más de mil!!, me dió muy mal rollo, y no me equivoqué, como os cuento a continuación.
Si no he mirado más de doscientos perfiles con sus correspondientes blogs (quien lo tuviera), no he mirado ninguno y no he encontrado nada, repito, nada, que merezca la pena, primero porque se trata de blogs de efímera existencia, de esos que se abren un día de aburrimiento y con toda la buena intención de seguir con él, pero que se pierde el interés de la misma manera con que se empezó, es decir, aburridos; otro caso curioso es el de l@s adolescentes que lo llenan todo de fotografías en un primer día inspirado (con pésimo gusto estético y peor ortográfico, todo hay que decirlo) y sanseacabó; también están aquellos que dicen hola, aquí podreis ver tal y cual ... y nunca más se supo.
Es decir, entraron en la blogosfera al leer en una revista que esto estaba muy bien, que era la polla en verso y la ostia en vinagre, en tres palabras ESTÁ DE MODA, pero ay amigo mío, tener un blog implica un mínimo de constancia, eres tú quien escribe, se te pide un poco de esfuerzo, de implicación ... y lógicamente, pasado el embrujo primigenio de la moda, se acabó la aventura.
Total, que visto lo visto, dejaré la lista de Lugares de Confianza como está, al menos será un bonito recuerdo de lo que una vez la blogosfera, cuando éramos un panda de locos con ansias de exhibicionismo y con mucho que decir.
Y dicho y hecho, abrí La Bitácora y ya está a punto de empezar su cuarto año de existencia, lo cual será celebrado en oportuno momento, que preveo (la bola mágica avisa) no vendrá solo ... pero no iba a eso, estaba contando como fueron mis primeros pasos en la blogosfera.
Me encantaba escribir, tonterías en un principio donde daba salida a mis comeduras sobre la realidad cotidiana, política y devenir, pero intuía que esto daba para más, y empecé a exorcizar demonios. Un buen día me dió por mirar lo que se movía a mi alrededor, a ver que se hablaba en blogs vecinos y tuve la feliz idea de buscar palabras de gente de mi tierruca. No eran muchos, apenas un par de docenas y la mayoría eran de quita y pon, hola mundo y adios ... pero hubo un par de ellos que eran realmente blogs, el de nuestra amiga grialita y el de la metalera Freya; conocí a la primera y el resto es historia, de su mano entré en contacto con la panda del superático, una peña loca cada uno de ellos con un rincón en la red y trascendió una amistad virtual en una real, así hasta hoy; también conocí a la madrileña Nightology a la que mando un abrazo por si me sigue leyendo.
Poco a poco, la vida empujó a cada uno a otras cosas y los blogs se fueron abandonando, salvo elfriqui que ha continuado abriendo y cerrando ideas, pero que más o menos se mantiene, y también continúa Nightology ... pero, ¿y el resto?, pues tienen cosas mejores que hacer, cosas muy loables, y aquí sigo yo, pensando en renovar el blogroll de la derecha (Lugares de Confianza) porque la gran mayoría de ellos ya están totalmente obsoletos.
Así que ayer decidí hacer un "volver a empezar", busqué de nuevo blogs de Cantabria y me sorprendió encontrarme con ¡¡más de mil!!, me dió muy mal rollo, y no me equivoqué, como os cuento a continuación.
Si no he mirado más de doscientos perfiles con sus correspondientes blogs (quien lo tuviera), no he mirado ninguno y no he encontrado nada, repito, nada, que merezca la pena, primero porque se trata de blogs de efímera existencia, de esos que se abren un día de aburrimiento y con toda la buena intención de seguir con él, pero que se pierde el interés de la misma manera con que se empezó, es decir, aburridos; otro caso curioso es el de l@s adolescentes que lo llenan todo de fotografías en un primer día inspirado (con pésimo gusto estético y peor ortográfico, todo hay que decirlo) y sanseacabó; también están aquellos que dicen hola, aquí podreis ver tal y cual ... y nunca más se supo.
Es decir, entraron en la blogosfera al leer en una revista que esto estaba muy bien, que era la polla en verso y la ostia en vinagre, en tres palabras ESTÁ DE MODA, pero ay amigo mío, tener un blog implica un mínimo de constancia, eres tú quien escribe, se te pide un poco de esfuerzo, de implicación ... y lógicamente, pasado el embrujo primigenio de la moda, se acabó la aventura.
Total, que visto lo visto, dejaré la lista de Lugares de Confianza como está, al menos será un bonito recuerdo de lo que una vez la blogosfera, cuando éramos un panda de locos con ansias de exhibicionismo y con mucho que decir.
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