10 de octubre, ha llegado el día D, hoy creo que no celebro ninguna efeméride importante por lo que lo lógico es que a partir del año que viene piense en este día como aquel en que me puse, definitivamente, en marcha.
He quedado con algunas personas que considero importantes, espero que así lo crean ellas al menos, para despedirme, que aunque esto no sean más que unos pocos días puede significar un antes y un después en mi vida, en mi devenir, en mi supervivencia, voy un poco más lejos, igual es el principio del fin de esa supervivencia, y el inicio de mi anhelado proyecto vital, quien sabe.
Pero no voy ahora a ponerme triste, me lo han pedido y trato de cumplirlo, tampoco quiero ponerme trascendental (no más), así que simplemente, tal cual vine, me despido.
Dudo que tenga acceso a internet, y desde luego no voy a perder el tiempo buscando un ciber, asi que trataré de almacenar las sensaciones en algún buffer sin uso de mi cerebro para que, a mi vuelta, podais tener cumplida información de cómo me han ido las cosas por la tierra de la butifarra.
Gracias por aguantarme hasta aquí, a la vuelta mi deseo es que este autodiván gire su temática, y quien sabe si su nombre también, sería una buena señal el que esto dejara de ser un habitáculo de autoterapia psicológica para convertirse en algo distinto, aunque eso sólo lo sabreis dentro de unas dos semanas, permanezcan atentos a sus pantallas porque ... me pirooooooo.
Sólo me resta llenar el depósito, comprobar la presión de las ruedas y ... 663 kilómetros de aventura por delante ... en principio jejeje.
Hasta pronto queridos procrastinadores.
He quedado con algunas personas que considero importantes, espero que así lo crean ellas al menos, para despedirme, que aunque esto no sean más que unos pocos días puede significar un antes y un después en mi vida, en mi devenir, en mi supervivencia, voy un poco más lejos, igual es el principio del fin de esa supervivencia, y el inicio de mi anhelado proyecto vital, quien sabe.
Pero no voy ahora a ponerme triste, me lo han pedido y trato de cumplirlo, tampoco quiero ponerme trascendental (no más), así que simplemente, tal cual vine, me despido.
Dudo que tenga acceso a internet, y desde luego no voy a perder el tiempo buscando un ciber, asi que trataré de almacenar las sensaciones en algún buffer sin uso de mi cerebro para que, a mi vuelta, podais tener cumplida información de cómo me han ido las cosas por la tierra de la butifarra.
Gracias por aguantarme hasta aquí, a la vuelta mi deseo es que este autodiván gire su temática, y quien sabe si su nombre también, sería una buena señal el que esto dejara de ser un habitáculo de autoterapia psicológica para convertirse en algo distinto, aunque eso sólo lo sabreis dentro de unas dos semanas, permanezcan atentos a sus pantallas porque ... me pirooooooo.
Sólo me resta llenar el depósito, comprobar la presión de las ruedas y ... 663 kilómetros de aventura por delante ... en principio jejeje.
Hasta pronto queridos procrastinadores.
JA ESTIC ALLÍ
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