He estado tan atareado durante estos últimos tiempos que se me ha pasado conmemorar el inicio del cuarto año de esta bitácora-autodiván. Fue allá por el 21 de octubre del 2004 cuando comencé este viaje, al tiempo que cerraba otro, y ha querido la casualidad que tres años después esté a punto de dar carpetazo y salida a una nueva etapa, llena de incógnitas y a la vez de maravillas; seguro que va a ser una de las más enriquecedoras.
El futuro, siempre desconocido, se abre ahora como un gran abanico de posibilidades, en solitario, sin familia cercana, sin los amigos de toda la vida, sin la música que me aha acompañado hasta ahora, en definitiva, sin todo lo que he tenido para bien o para mal como acompañamiento. Pero esto, lejos de tener connotaciones de desolación, no es más que la piedra clave para afrontar ese nuevo destino que me espera, los huecos que me lleve debo llenarlos con las nuevas vivencias, todo un reto lleno de posibilidades, más enriquecedor que nunca ...
Continúo haciendo mi vida y dejo, definitivamente, de vivir la que se supone que debía.
En otro orden de cosas, después de tener un finde "normal", entiendo porque estoy tan aburrido de esta vida cántabra, con sus enormes pros, por supuesto, pero empañados y borrados por la inmesa cantidad de contras que aquí se me presentan. Aburrido de esta tierra, aburrido de la gran mayoría de sus habitantes, más preocupados en darle a la boquilla sin parar ni pensar, que en hacer algo realmente útil.
Que bonito es decir que "hay que esto y lo otro, ser así, ...", pero cuando llega el momento de emplear cuatro horas de tu tiempo en demostrar que las palabras son actos, es mejor idea jugar un partido de fútbol o irse de calimochos. Y no hablemos ya de los mudos, esos ni siquiera hablan, aunque pensándolo bien, es mejor así, no vaya a ser que al abrir la boca confirmen las sospechas ... jejejeje.
Ya veis el panorama que tengo, ya veis el que me espera, creo que la decisión tomada, cada día que pasa, se ve reafirmada.
El futuro, siempre desconocido, se abre ahora como un gran abanico de posibilidades, en solitario, sin familia cercana, sin los amigos de toda la vida, sin la música que me aha acompañado hasta ahora, en definitiva, sin todo lo que he tenido para bien o para mal como acompañamiento. Pero esto, lejos de tener connotaciones de desolación, no es más que la piedra clave para afrontar ese nuevo destino que me espera, los huecos que me lleve debo llenarlos con las nuevas vivencias, todo un reto lleno de posibilidades, más enriquecedor que nunca ...
Continúo haciendo mi vida y dejo, definitivamente, de vivir la que se supone que debía.
En otro orden de cosas, después de tener un finde "normal", entiendo porque estoy tan aburrido de esta vida cántabra, con sus enormes pros, por supuesto, pero empañados y borrados por la inmesa cantidad de contras que aquí se me presentan. Aburrido de esta tierra, aburrido de la gran mayoría de sus habitantes, más preocupados en darle a la boquilla sin parar ni pensar, que en hacer algo realmente útil.
Que bonito es decir que "hay que esto y lo otro, ser así, ...", pero cuando llega el momento de emplear cuatro horas de tu tiempo en demostrar que las palabras son actos, es mejor idea jugar un partido de fútbol o irse de calimochos. Y no hablemos ya de los mudos, esos ni siquiera hablan, aunque pensándolo bien, es mejor así, no vaya a ser que al abrir la boca confirmen las sospechas ... jejejeje.
Ya veis el panorama que tengo, ya veis el que me espera, creo que la decisión tomada, cada día que pasa, se ve reafirmada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario