No se muy bien la razón, aunque la intuyo, por la cual me dió ayer por ordenar las viejas fotos (en papel) que tengo diseminadas por mi habitación, fotografías que hablan de otros tiempos, lugares y personas, que ya quedaron muy atrás, más allá de la memoria inmediata y que sólo, gracias a ellas, pude rememorar.
Tiempos de fiestas, de acampadas, de viajes, de instituto ... y fue llegando a éstas cuando recordé, entre otras muchas batallas, una frase que solíamos soltar a aquellos pobres desgraciados que tenían el valor de liarnosla: "estás condenado al más puro ostracismo E ignominia".
Cuando soltábamos esta sentencia (evidentemente pedante y fuera de lugar, etimológicamente hablando), indicábamos que el pobre que la recibía, quedaba apartado de cualquier acto social (léase juerga) que se pudiese organizar, es decir, estaba castigado a que nadie contara con él (casi siempre era un tío, lógicamente) para nada.
Quizá era esto lo que inconscientemente andaba buscando, toda vez que este último sábado he vuelto a casa antes de las 0:00h para tirarme en el sofá y ver tranquila y apaciblemente la televisión, en busca de alguna película o serie con la que ocupar esa noche, y a fe que lo encontré ya que me dieron las tantas de la madrugada entre cervezas en lata y pipas grandes, y es que, no tenía ganas de jarana.
La diferencia entre los tiempos de instituto y la actualidad, es que ahora nadie me ha condenado, ha sido por elección propia y, por supuesto, lejos de ser una condena se trata de hacer otras cosas o de no hacer nada, que también tiene su gracia, a partir del miércoles las cosas volverán a la normalidad en esta casa y luego no puedo decirme que tenía que haber hecho o lo otro ... alea jacta est, y porque me ha dado la gana.
Muchas cosas hice en mi adolescencia, y, desde luego, esta sentencia no era de las peores, pero tampoco me arrepiento de nada, "ahora" era el momento de hacerlas, lo mismo que "ahora" es el momento de hacer otras cosas y exactamente igual que entre esos dos "ahoras" hubo tiempo para hacer otras ... todo ello reflejado en esos pequeños pedazos de papel fotografía que son retazos de cada momento, de cada lugar, de cada persona, de cada tiempo, de cada memoria.
Tiempos de fiestas, de acampadas, de viajes, de instituto ... y fue llegando a éstas cuando recordé, entre otras muchas batallas, una frase que solíamos soltar a aquellos pobres desgraciados que tenían el valor de liarnosla: "estás condenado al más puro ostracismo E ignominia".
Cuando soltábamos esta sentencia (evidentemente pedante y fuera de lugar, etimológicamente hablando), indicábamos que el pobre que la recibía, quedaba apartado de cualquier acto social (léase juerga) que se pudiese organizar, es decir, estaba castigado a que nadie contara con él (casi siempre era un tío, lógicamente) para nada.
Quizá era esto lo que inconscientemente andaba buscando, toda vez que este último sábado he vuelto a casa antes de las 0:00h para tirarme en el sofá y ver tranquila y apaciblemente la televisión, en busca de alguna película o serie con la que ocupar esa noche, y a fe que lo encontré ya que me dieron las tantas de la madrugada entre cervezas en lata y pipas grandes, y es que, no tenía ganas de jarana.
La diferencia entre los tiempos de instituto y la actualidad, es que ahora nadie me ha condenado, ha sido por elección propia y, por supuesto, lejos de ser una condena se trata de hacer otras cosas o de no hacer nada, que también tiene su gracia, a partir del miércoles las cosas volverán a la normalidad en esta casa y luego no puedo decirme que tenía que haber hecho o lo otro ... alea jacta est, y porque me ha dado la gana.
Muchas cosas hice en mi adolescencia, y, desde luego, esta sentencia no era de las peores, pero tampoco me arrepiento de nada, "ahora" era el momento de hacerlas, lo mismo que "ahora" es el momento de hacer otras cosas y exactamente igual que entre esos dos "ahoras" hubo tiempo para hacer otras ... todo ello reflejado en esos pequeños pedazos de papel fotografía que son retazos de cada momento, de cada lugar, de cada persona, de cada tiempo, de cada memoria.
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