SHOW ME THE MONEY

Hoy hemos dicho adios a A. en la obra, uno de los cinco guerreros que hemos estado levantando esta planta y que fue el primero en caer por la agresividad del aire que respiramos. A pesar de que aún queda algo de labor la prioridad que se ha marcado, inteligentemente, es la de recuperarse por completo, de hecho cualquier otro en su lugar hace tiempo que ya hubiera caido de baja, dadas sus circunstancias personales lo que ha hecho sólo puede considerarse épico ... hasta más ver compañero.

Si, se acerca el final, pero esto no marca más que otro principio, el del siguiente reto, de nuevo afrontaré la incógnita de saber que pasará, pero con mi nuevo planteamiento vital no me asusto ni me amedrento, vendrá lo que tenga que venir y lo recibiré de buena gana.

¿Quién me iba a decir a mi, cuando recibí la oferta el día de mi cumpleaños, que iba a llegar hasta dónde estoy?, ¿quién me podía haber hecho ver que volvería a disfrutar trabajando?, ¿en que cabeza caía que conseguiría hacer algo que sólo puedo definirlo como amistad con un compañero?. Nada estaba planeado y sin embargo ha ido llegando, y me lo he sabido currar, para que negarlo, el tiempo me empieza a demostrar que la vida y lo que la rodea, no es tanto cuestión de aptitud como de actitud, las pequeñas recompensas en forma de palabras y gestos las valoro mucho más que la nómina más grande que pudiera tener, el respeto y el cariño son algo imposible de pagar con dinero y ese será mi mejor recuerdo cuando se entregue la planta, se firmen los finiquitos y cada cual siga su camino.

Pero antes llegará el momento de celebrarlo por nuestra cuenta, los cinco valientes más dos invitados, que aunque no han estado al pié del cañón en todo momento, su colaboración ha ayudado para que ya veamos la luz del puerto esperándonos ... y será el comienzo de un nuevo viaje.