ESTOY

Hola de nuevo mis queridos procrastinadores:

Han sido diez días en los que os dejado descansar, en los que yo quería descansar, y aunque en apariencia (después de leer la entrada) no lo haya hecho y hoy, siendo las doce del mediodía pueda decir que estoy en paro, lo cierto es que esta semana y pico de desconexión absoluta de la realidad ha sidomucho más que relajante y desestresante.

Lo primero que surgió fue el Festival Sauga de Colindres, con la llegada de muchos viajeros venidos desde diferentes confines de la Península Ibérica, venidos por supuesto para acampar, divertirse y compartir un fin de semana a mitad de camino entre el folk y el punk. Y creo que lo conseguimos entre todos, seguro que el viaje de vuelta de la mayoria fue una aventura, de hecho puedo dar fe de uno de ellos ... jejeje.

En lo musical elfestival fue grande, aunque quizá algo menos que los años anteriores, me queda un ligero regustillo de que pudo haber sido mejor lo cual no quiere decir que los que actuaron fueran malos, simplemente eso que esperaba algo más, sobre todo en la sesión de la taberna que fue bastante más light que la del año pasado, se echaron en falta a unos cuantos .... ellos se lo perdieron porque los que estuvimos disfrutamos como enanos.

Y sin apenas posibilidad de descanso el lunes, después de firmar parte del finiquito me puse en ruta hacia mi destino habitual, aunque esta vez alargué un poco el viaje y llegué hasta La Chalana y la campa que hay al lado, se celebraba una fiesta de las peñas del pueblo y eso, trantándose de ese sitio en concreto siempre es sinónimo de desmadre etílico, menos mal que había residencia y no necesitábamos mover el coche hasta el día siguiente, de lo contrario el 0,08 de la otra vez no se hubiera repetido.

Y al día siguiente fuimos pa la capital del Principado porque había quien quería turistear, aunque otros preferimos tomarnos un piscolabis al amparo de la catedral, y dejar lo del recorrido turístico para después. Cumplimos con ambos cometidos y luego de admirar edificios y plazas encontramos un sitio que, pese a lo tarde que era, nos dieron de comer. Reconozco que el servicio no estuvo a la altura de las expectativas pero tampoco se podía pedir más, por la hora y por el precio, y además la llegada para tomar el café de nuestro amigo "romano" con veinte kilos de más, suavizó ese momento.

Un breve paseo por la ciudad (por aquello de renovar los tickets del coche) y una cervecita en el mítico bar folki nos llevó de nuevo a por los coches y ahora si, a Gijón.

Con esto nos plantamos en el miércoles, día en que comenzó la aventura de enviar un curriculum a mi ex-empresa (de esto ya hablaremos con más calma), y un día más o menos casero, debería decir mejor una mañana, porque al ser un convidado a veces me debo integrar en los planes y proyectos del otro 50% y esto implica, otra vez, ir al campo del lunes para que vayan rematando canciones.

Y después a cenar, cerca de la villa que guarda el Museo de la sidra, costó llegar, con amago de tormenta incluido pero poco más, unos cuantos chascarrillos acentuales y ¡alehop! vamos a dormir ....

El jueves transcurrió sin demasiado ajetreo, salvo el normal de tener que volver a casa y el convencimiento de que todavía hay gente que valora por encima de todo la imagen al trabajo, es un grave problema, desde luego, y sería sólo suyo si no fuera porqueme afecta en primera persona, tendré que tomar mispropias cartas en el asunto pero eso, de momento, lo dejo pa prau, la vuelta no tuvo ninguna complicación, lo más interesante estaba por llegar.

El viernes era día de boda, uno de mis primos pequeños se pasaba por el registro y toda la familia estaba allí, yo con el pelo un pocu más corto (y es que ya tocaba) y con ropa de estreno (marca carrefunnnn) y a pesar de que no tenía interés por desmadrarme lo cierto es que un par de gintonics y alguna que otra copa de vino me hicieron un efecto que podríamos cailificar de sedante jejejeje.

Dormí poco y mal, pero es que el sábado había otra boda, mi querido fisio también se decidía a pasar por el registro y además este acontecimiento implicaba la presentación en sociedad (familiar y amistosa) de ..... todo un evento que algunos no llegaban a imaginarse, pero las cosas son asi y asi se las estamos contando.

Salvo el trajín propio de tener que aparcar en la zona turística de Santander un sábado playero de agosto la boda se desarrolló como estaba prevista, es decir, que a una hora prudencial nos decidimos a irnos porque sino el taxista no iba a ser capaz de entendernos y además queríamos irnos de bares rockeros, mas algún hostelero desalmado (lugar que visitaba por primera y última vez) no quería que siguiéramos nuestra aventura y nos tuvimos que retirar mucho antes de lo previsto.

Despertarse fue toda una aventura (una más), pero ¡ay! amigüitos y amigüitas, el recientemente descubierto efferalgan efervescente obra milagros y pese a las campanas de la catedral el dolor de cabeza desapareció casi de inmediato. Mención especial en este punto hacia Marisa, la mejor anfitriona que se pueda tener, por dejarnos preparado el desayuno antes de tener que ir a trabajar....

Y entre unas cosas y otras (pizza y helado) nos plantamos en la sobremesa en la que, sencillamente, el cansancio pudo con todo y una siesta de casi dos horas da fe de ello jejeje.

Partida y regreso, felizmente descansada, actualización de mi currilum, imposibilidad de ver una película .... esto es el remate de una semana y pico de "vacaciones" pero que no merecen mayor comentario, me quedo con el resumen de haberlo pasado muy bien, con muchos amigos por el camino, con multitud de kilómetros recorridos, con muchos sitios donde haber dormido y con el denominador común de haber compartido todos estos momentos con alguien que ha pasado del estatus de "me gustas" al de .... TE QUIERO.