BENDICIÓN

Siempre había hablado de tres grandes inventos de la humanidad sin los cuales mi vida sería especialmente difícil por no decir, directamente, imposible. Tres grandes ideas que tuvo el ser humano en algún momento de su evolución y que llegaron hasta mi de tal manera que se abrieron un enorme hueco, facilitando mi vida y cuando alguno de ellos falla, mi mundo puede llegar a desmoronarse.

Estos inventos son, sin ningún orden de prioridad:
  • las gafas de sol,
  • la cerveza,
  • el horno microondas.
Pero hete aquí que hoy, día de perros donde los hubiera, me he visto obligado a aumentar esta exigua lista, adaptándola a los nuevos tiempos, con otro aparejo que me ha facilitado de tal manera mi desempeño laboral de hoy, que no puedo dejar pasar este evento.

El pantalón impermeable.

La semana pasada, ante las previsiones de mal tiempo (lluvia, viento ...) que se anunciaban, me acerqué hasta el almacén de Equipos de Protección Individual que utiliza mi empresa, y con cargo a ella adquirí dicho EPI. Bendito invento y bendito momento en que lo hice, hoy ha llovido a mares y yo, perfectamente equipado con él, por encima de mi pantalón vaquero de trabajo, ni me he enterado de este hecho.

Así pues, elevémonos todos ante el altísimo inventor de este objeto, démoles eternas gracias y postrémonos ante el cuarto invento de la humanidad sin el cual mi vida, no tendría sentido.

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