Ya hablé de lo mismo en el pasado, pero no por ello quiero dejar pasar la oportunidad de volver a hacerlo, porque el tema merece ser tantas veces nombrado como necesite.
Nunca dejará de asombrarme la capacidad de regeneración del cuerpo humano y sus increibles mecanismos de defensa ante las enfermedades o adversidades.
Lo que anoche se me antojaba una gripe en estado de gestación avanzada hoy no es más que un molesto moquillo y una pequeña congestión en los oidos, de tal modo que he desarrollado a la perfección mi tarea de hoy (sigue sin matarse nadie aunque intentan por todos los medios dejarme en mal lugar) durante diez horas; si, hoy he metido dos horas extra que no serán remuneradas, y no me importa toda vez que estoy metido de lleno en la campaña de inversión más grande de mi historia, y es que tampoco podía dar carpetazo y dejar colgados (nunca mejor dicho) a los berzas que allí seguían desarrollando du tajo.
Pero, no quiero irme por peteneras, y en mi labor de ensalzar al cuepo humano necesito hacer hincapié, al tiempo, en el plano pcisológico del mismo, porque estoy abocado también, como dije que quería hacer, en la tarea de desarrollarme en este sentido, hoy he tenido la posibilidad de liarme a hostias con un energúmeno que se me ha puesto a gritar cual loco (lo que hubiese pasado hace unos cuatro o cinco años); le dejé que se desahogara y cuando ya se calmó, hablando, le hice ver que:
a) lo que se desarrolle fuera de mi obra no es competencia mía;
b) sus gritos no me afectan para nada;
c) su incompetencia y su avanzada edad no son mi problema.
Todo ello sin alzar la voz en ningún momento y sin dejarle, al final, otra posibilidad más que la disculpa ... bueno y la bronca que le metió el jefe de obra porque no tenía que entrar en ella ya que no pertenece a la misma ... jejeje, lo que nos hemos reido a su costa, pobrecillo.
Así que, lo vuelvo a decir, la maravillosa maquinaria que tenemos por cuerpo merece ser ensalzada y elogiada tantas veces como sea necesario.
Nunca dejará de asombrarme la capacidad de regeneración del cuerpo humano y sus increibles mecanismos de defensa ante las enfermedades o adversidades.
Lo que anoche se me antojaba una gripe en estado de gestación avanzada hoy no es más que un molesto moquillo y una pequeña congestión en los oidos, de tal modo que he desarrollado a la perfección mi tarea de hoy (sigue sin matarse nadie aunque intentan por todos los medios dejarme en mal lugar) durante diez horas; si, hoy he metido dos horas extra que no serán remuneradas, y no me importa toda vez que estoy metido de lleno en la campaña de inversión más grande de mi historia, y es que tampoco podía dar carpetazo y dejar colgados (nunca mejor dicho) a los berzas que allí seguían desarrollando du tajo.
Pero, no quiero irme por peteneras, y en mi labor de ensalzar al cuepo humano necesito hacer hincapié, al tiempo, en el plano pcisológico del mismo, porque estoy abocado también, como dije que quería hacer, en la tarea de desarrollarme en este sentido, hoy he tenido la posibilidad de liarme a hostias con un energúmeno que se me ha puesto a gritar cual loco (lo que hubiese pasado hace unos cuatro o cinco años); le dejé que se desahogara y cuando ya se calmó, hablando, le hice ver que:
a) lo que se desarrolle fuera de mi obra no es competencia mía;
b) sus gritos no me afectan para nada;
c) su incompetencia y su avanzada edad no son mi problema.
Todo ello sin alzar la voz en ningún momento y sin dejarle, al final, otra posibilidad más que la disculpa ... bueno y la bronca que le metió el jefe de obra porque no tenía que entrar en ella ya que no pertenece a la misma ... jejeje, lo que nos hemos reido a su costa, pobrecillo.
Así que, lo vuelvo a decir, la maravillosa maquinaria que tenemos por cuerpo merece ser ensalzada y elogiada tantas veces como sea necesario.
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