VIRUS IS IN THE AIR

Para aquellos interesados (entre ellos mi buen amigo y compañero buscador de información Javier Glez.), debo deciros que la entrevista del lunes al final no fue tal, sino una especie de previa con quien fue mi jefe hasta hace un par de meses y que lo que quiere es ofertar mis servicios prevencionistas en una de las empresas que tiene en su cartera de clientes como Servicio de Prevención, por tanto significaría entrar a trabajar en una empresa siderúrgica en calidad de subcontratado, por asi decirlo.

Es una muy buena oportunidad de seguir abriéndome paso en este difícil pero apasionante mundo, pero antes debo pasar un nuevo trámite que no es otro que el de conseguir el beneplácito de dicha empresa, para lo cual mañana a las diez de la mañana debo pasar la entrevista en si, dar lo mejor de mi mismo, conseguir causar una muy buena imagen y ... volver a trabajar.

Y lo más urgente de todo es conseguir curar este catarrillo que se me ha pegado al cuerpo (a la nariz, mejor dicho) y que no me inoportune de cara a este posible gran evento, asi como tampoco para el festival de este fin de semana. Llevo desde el mismo lunes por la tarde encerrado en casa, a mitad de camino entre la cama y este ordenador mío que cada vez da mayores muestras de necesitar la jubilación, pero eso es, como siempre, otra historia (prácticamente está obsoleto desde que empecé este autodiván) y que tendrá una solución definitiva a mitad de camino entre el dispendio económico y las "chapucillas" clónicas que podamos hacer ...

Lo bueno de este catarro es que me estoy librando del primer frente frío de la temporada, ayer llovió con intensidad y tengo entendido que bajaron las temperaturas, aunque yo en mi cama con las sábanas térmicas no me enteré. Lo que si me resulta curioso es que a pesar de tanta lluvia como cayó el todo este frondoso norte (24 litros en Santander) no hubo inundaciones como los pasados días en el Mediterráneo, lo que me lleva a preguntarme si no será que al tener una vegetación acorde con el terreno el agua no consigue arrollar todo a su paso, esto es, que los árboles que siguen aquí plantados agarran la tierra y el agua discurre con normalidad, sin encontrar urbanizaciones, campos de golf o canalizaciones artificiales a su paso ... (espero se entienda la ironía).

Llevo una temporadita sin hablar de cosas que no sean estrictamente mías, me alejo de noticias y crisis de manera consciente porque en caso contrario sólo conseguiría encabronarme más, pero noto como va llegando el momento de empezar a dar rienda suelta a mi yo antisocial porque me lo están poniendo muy fácil con tanta tontería acumulada en tan poco tiempo.

Os dejo ya por hoy, me vuelvo a empiltrar.

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EDICIÓN: al comprobar las estadísticas de estos últimos días me he percatado que ayer, 21 de octubre, este modesto espacio de la red (con tanta repercusión mundial jejeje) ha cumplido exactamente cuatro años de vida. Sirva pues, esta entrada número 727 para conmemorar esta grandiosa efeméride.

Gracias a todos los que pasais por aquí, habeis pasado ... o pasareis, sin vosotros estos cuatro años no serían nada.