En poco menos de una semana entrará en vigor la nueva ley sobre el tabaco y los lugares públicos. Mucho se ha escrito y mucho más se va a escribir sobre ella y los resultados que traerá, y todo ello rodeado de más o menos demagogia del "todo a 100", y no quiero, o por lo menos es mi pretensión, añadir más.
Soy fumador, eso lo sabeis quienes venís por aquí y quienes me conoceis en persona, y si no ya está dicho, lo soy, con todas las consecuencias que conlleve, a día de hoy es algo que me la pela, si me quito años de vida es mi elección, total al ritmo que va la situación económica no creo que llegue a cotizar lo suficiente para lograr una jubilación más o menos honrosa, asi que para qué prolongar la situación. Prefiero fumarme algún cigarro más y listo.
También soy, desde que yo recuerde, animal de bar, en este terruño que me ha tocado vivir y en los territorios vecinos por los que suelo moverme, los bares, chigres, tabernas, locales de ocio, etc, son lugares donde socializar, la vida se hace en ellos, no en la calle, y es que la climatología obliga a ello. En el sur al no tener tantos días de lluvia puedes estar en el parque y prescindir de la visita al bar a echar una caña o un café con los amigos. Ojo digo que esto es en general y no tiene porque ser de obligado cumplimiento, es mi experiencia, sin más.
Y ahora, por obra y gracia de mi adorada Leire Pajín más acólitos progres, no voy a poder conjugar ambas situaciones, y es que la "menestra" no soporta volver a casa, después de visitar un garito y oler a cenicero. Bueno, pues sopesando ambos pros y contras mi decisión es no ir a los bares, mi economía me lo agradecerá, no así mi agenda social (aunque llegados a este punto tampoco tengo tanta y por tanto el mal será el menos), y volveremos a los tiempos del guateque, botellón en casa de fulanito.
Convendría pensar en que, como yo, otros fumadores van a tomar la misma elección y el capitalismo se impondrá. A menor demanda subida de precios para garantizar ingresos y salarios .... hasta que la rueda deje de girar, ya sabemos como funciona esto, si me suben el precio de la copa me jodo hasta que no pueda más y si lo encuentro más barato ni fidelidad ni pollas en vinagre.
Creo que el gobierno no ha pensado bien esta situación, una vez más con su espíritu paternalista actúa en lo que cree nuestro bienestar, pero lo hace de la única manera que conoce, legislando en negativo, sin más. En España somos muy de rizar el rizo y aquí lo vemos de nuevo, nunca dejan la opción de la libertad de decisión, nos creen (y nos han hecho) tan borregos que pensar, elegir y actuar por uno mismo no es de recibo: chicos, que fumar es malo, no podeis ir a los bares a hacerlo ...
Si, se que fumar es malo, y ojalá, sinceramente, este tipo de legislaciones sirvan para que en un futuro nadie tenga este pernicioso vicio, y por eso la parte que prohibe fumar en las inmediaciones de parque infantiles me parece un auténtico acierto; la parte que entra de lleno en la prohibición sin libertad de elección es sencillamente lamentable, pero ya estamos acostumbrados a este tipo de actuaciones.
Quedan pocos días para que me veais en los bares, aprovechad para invitarme a una caña.
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