VIRTUDES MEDIAS

Pues mira por donde, lo voy a reconocer, estaba equivocado.

Creía conocerme bien, saber de mis defectos y virtudes, trabajar en arreglar los primeros y potenciar los segundos, pero, como digo, me equivoqué.

Saberme inteligente, por encima de la media, me ha llevado a un estado muy cercano a la prepotencia, a creer que no necesitaba a nadie y mucho menos de sus consejos o palabras; he olvidado lo que significa la humildad y que ésta, trabajada convenientemente, te puede servir de mucho.

Y ha sido gracias a este estado cercano al pesimismo que arrastro últimamente el que me ha ayudado a ver lo errado de mi camino. Al ver que soy vulnerable he comprobado una pérdida de confianza en mi mismo, lógico por otra parte, y lo he verificado al no poder mantener la vista en los ojos de quien tenga a bien hablar conmigo, sobre todo los amigos; la mirada perdida es un signo de esa falta de seguridad ... y en cierto sentido puede ser beneficioso porque me lleva a trabajar en solucionarla pero abandonando el aire de superioridad y de autobombo que he tenido por bandera en estos últimos años.

Cuando comencé a escribir este blog acababa de regresar a casa de mis padres, había perdido lo que gané con trabajo y sacrificio, y eso me produjo un estado como el actual, el de trabajar en salir adelante. Al principio con mucha humildad y alegría, y que finalmente desembocó en todo lo que he escrito arriba, me dejé arrastrar, cosa que no debió suceder.

Me quedo con ese estado intermedio, era mucho más beneficioso y estaba mucho más féliz. Y como lo reconozco doy, implicitamente, el primer paso en la recuperación :-)

Una cosa es que sea inteligente y trabajador y otra que deba pisar a todo el mundo desde mi torreón de cristal, no, eso no me produce ningún beneficio.

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