Voy a estrenar este mes de agosto con un post de relleno, porque ya estoy inmerso en la rutina del parado, donde nunca pasa nada ... salvo que esta vez no estoy apuntado en las listas. Parece que los buenos augurios que tenía al acabar los estudios se van diluyendo o al menos postergando, lo cual en si no es malo, ya que me permite disfrutar de la temporada festivalera en todo su esplendor, pero durante cuatro días de cada semana no hago otra cosa que quemar las horas delante de esta pantalla, lo cual, ineludiblemente, me lleva a un estado de pseudo aburrimiento más que palpable.
Y como al tiempo las cosas por casa empiezan a alcanzar niveles de peligrosidad elevada, llevo una sensación de ansiedad que no me permite disfrutar del todo de este aparente verano que estamos viviendo. He tenido que rechazar dos invitaciones para viajar de festival, pero ya me desquitaré cuando llegue el momento, la buena gente del folk (que haberla hayla), entiende la situación y no me lo tienen en cuenta.
Eso si, a la vista ya tenemos Colindres (que no Comillas, Miliuco, a ver si lo aprendes de una vez membrillo), donde voy a quemar muchos cartuchos. Llevo tiempo preparando este festival, a donde va a venir gente de fuera de Cantabria para pasar unos días de juerga, música y sidra ... y también tenemos ya en el horizonte la décima edición de Orejo, que para tal efeméride ha preparado un cartel que lo va a flipar el mundo mundial. La pregunta sería si al final iremos al albergue ... estaremos pendientes.
A ver si sucede algo de lo que pueda hablar, porque me joden estos post de relleno.
Y como al tiempo las cosas por casa empiezan a alcanzar niveles de peligrosidad elevada, llevo una sensación de ansiedad que no me permite disfrutar del todo de este aparente verano que estamos viviendo. He tenido que rechazar dos invitaciones para viajar de festival, pero ya me desquitaré cuando llegue el momento, la buena gente del folk (que haberla hayla), entiende la situación y no me lo tienen en cuenta.
Eso si, a la vista ya tenemos Colindres (que no Comillas, Miliuco, a ver si lo aprendes de una vez membrillo), donde voy a quemar muchos cartuchos. Llevo tiempo preparando este festival, a donde va a venir gente de fuera de Cantabria para pasar unos días de juerga, música y sidra ... y también tenemos ya en el horizonte la décima edición de Orejo, que para tal efeméride ha preparado un cartel que lo va a flipar el mundo mundial. La pregunta sería si al final iremos al albergue ... estaremos pendientes.
A ver si sucede algo de lo que pueda hablar, porque me joden estos post de relleno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario