Tal y como anticipé ayer, este ya terminado 2007, ha sido un año de cosecha, no he hecho otra cosa que ir recogiendo frutos y más frutos que durante los tiempos anteriores fui sembrando. Algunos de estos frutos son amargos, otros son dulces, pero todos ellos no dejan de ser lo que inexorablemente tenía que recoger, y por tanto son bienvenidos.
Comenzamos este año con algunas ilusiones, vanas ciertamente, pero que han servido para darme cuenta de algunas cosas que pueden servir de cara al futuro, sólo queda esperar y observar y si, finalmente se quedan simplemente en ilusiones tampoco será tan grave, toda vez que vivir esperando algo es una buena manera de mantener el optimismo a la espera de que llegue ese algo.
Tras dos años aguantando niños, al fin me he librado de ellos, al menos de quienes nada salvo comeduras de tarro, me han aportado; de todos modos esta experiencia me ha valido de mucho, sobre todo para recuperar esa parte de mi naturaleza que estaba medio dormida, la paciencia. Siempre me he tenido por alguien que ha sabido mantenerse al margen de las cosas esperando el momento oportuno de intervenir, conociendo fuerzas y flaquezas, o lo que es lo mismo, no precipitándome ante los acontecimientos, la reflexión me ha servido muy bien en el pasado y a raiz de esta experiencia (aparte de la meramente académica) creo haberla recuperado.
Fruto de este re-aprendizaje me he visto en la fase final de este año acabado, reflexionando sobre como aplicar la cosecha de aprendizaje, y al final de esa etapa de sopesar pros y contras tomé una (creo) buena decisión, que aplicaré en pocos meses, mi proyecto catalanizador, el cual se ha visto fuertemente sacudido hace unas pocas horas con el anuncio de la próxima paternidad, antes de lo previsto, de dos de mis futuros compañeros trempolines ... o debería decir tres :-)
La Nochevieja ha sido anodina y extraña, como toda esta tercera parte del año, un par de copichuelas en el Lon, tranquilo y sin sobresaltos, algunos dirían que en soledad, y puede que así sea, pero es una soledad auto-impuesta, en la que me encuentro muy cómodo y con mucho tiempo para disfrutar con mi verdadero amigo, yo.
Puede que la gente haya tomado mis decisiones como erróneas, sin embargo, yo no las veo así y me están sirviendo de fuente de inspiración y de aspiración, porque de este modo no me siento atado a circunstancias ni personas sobre las que no puedo tener ningún tipo de control. Puede que haya perdido riqueza social, pero he ganado en riqueza interior y en tranquilidad ... además, también forma parte de mi naturaleza, el ir cambiando frecuentemente de compañías, y eso hacía mucho que no lo había llevado a cabo, puede que ya fuera hora, o no, sólo el tiempo lo dirá y espero que mi mensaje de "sin acritud" sea tomado como efectivamente cierto, así al menos lo siento yo, que es sobre quien tengo la certeza absoluta.
Diversificar, ese es otro de los aspectos a tener en cuenta y que he empezado a realizar, si me ato a una sola cosa caigo irremediablemente en la rutina y eso, amigos míos, significa la muerte para mi, seguro que no lo quereis de la misma manera que yo tampoco, así que confío en que sepais apoyarme en esto ... otro de los frutos que he recogido.
Tras la fiesta de la cosecha es momento de disfrutar de ella, celebrar que el ciclo de la vida continua y que hasta dentro de un tiempo no debemos preocuparnos por empezar otro, utilizar el fruto de nuestro trabajo para vivir. Recojo lo sembrado y ahora sólo queda emplearlo.
Ya veis, una introspectiva especial, no sólo por hacerla con el año empezado, sino porque lejos de hacer un resumen de actos y acontecimientos, me decanto por las actitudes y objetivos, quizá es momento de plantearse este año bisiesto que acaba de empezar como el primero del resto de mi vida. La respuesta a este interrogante y los que vayan surgiendo, la tendremos dentro de doce meses en este mismo lugar, hasta entonces que os vaya bien.
Comenzamos este año con algunas ilusiones, vanas ciertamente, pero que han servido para darme cuenta de algunas cosas que pueden servir de cara al futuro, sólo queda esperar y observar y si, finalmente se quedan simplemente en ilusiones tampoco será tan grave, toda vez que vivir esperando algo es una buena manera de mantener el optimismo a la espera de que llegue ese algo.
Tras dos años aguantando niños, al fin me he librado de ellos, al menos de quienes nada salvo comeduras de tarro, me han aportado; de todos modos esta experiencia me ha valido de mucho, sobre todo para recuperar esa parte de mi naturaleza que estaba medio dormida, la paciencia. Siempre me he tenido por alguien que ha sabido mantenerse al margen de las cosas esperando el momento oportuno de intervenir, conociendo fuerzas y flaquezas, o lo que es lo mismo, no precipitándome ante los acontecimientos, la reflexión me ha servido muy bien en el pasado y a raiz de esta experiencia (aparte de la meramente académica) creo haberla recuperado.
Fruto de este re-aprendizaje me he visto en la fase final de este año acabado, reflexionando sobre como aplicar la cosecha de aprendizaje, y al final de esa etapa de sopesar pros y contras tomé una (creo) buena decisión, que aplicaré en pocos meses, mi proyecto catalanizador, el cual se ha visto fuertemente sacudido hace unas pocas horas con el anuncio de la próxima paternidad, antes de lo previsto, de dos de mis futuros compañeros trempolines ... o debería decir tres :-)
La Nochevieja ha sido anodina y extraña, como toda esta tercera parte del año, un par de copichuelas en el Lon, tranquilo y sin sobresaltos, algunos dirían que en soledad, y puede que así sea, pero es una soledad auto-impuesta, en la que me encuentro muy cómodo y con mucho tiempo para disfrutar con mi verdadero amigo, yo.
Puede que la gente haya tomado mis decisiones como erróneas, sin embargo, yo no las veo así y me están sirviendo de fuente de inspiración y de aspiración, porque de este modo no me siento atado a circunstancias ni personas sobre las que no puedo tener ningún tipo de control. Puede que haya perdido riqueza social, pero he ganado en riqueza interior y en tranquilidad ... además, también forma parte de mi naturaleza, el ir cambiando frecuentemente de compañías, y eso hacía mucho que no lo había llevado a cabo, puede que ya fuera hora, o no, sólo el tiempo lo dirá y espero que mi mensaje de "sin acritud" sea tomado como efectivamente cierto, así al menos lo siento yo, que es sobre quien tengo la certeza absoluta.
Diversificar, ese es otro de los aspectos a tener en cuenta y que he empezado a realizar, si me ato a una sola cosa caigo irremediablemente en la rutina y eso, amigos míos, significa la muerte para mi, seguro que no lo quereis de la misma manera que yo tampoco, así que confío en que sepais apoyarme en esto ... otro de los frutos que he recogido.
Tras la fiesta de la cosecha es momento de disfrutar de ella, celebrar que el ciclo de la vida continua y que hasta dentro de un tiempo no debemos preocuparnos por empezar otro, utilizar el fruto de nuestro trabajo para vivir. Recojo lo sembrado y ahora sólo queda emplearlo.
Ya veis, una introspectiva especial, no sólo por hacerla con el año empezado, sino porque lejos de hacer un resumen de actos y acontecimientos, me decanto por las actitudes y objetivos, quizá es momento de plantearse este año bisiesto que acaba de empezar como el primero del resto de mi vida. La respuesta a este interrogante y los que vayan surgiendo, la tendremos dentro de doce meses en este mismo lugar, hasta entonces que os vaya bien.
PD: Heidi, AQUÍ tienes lo que te dije el otro día :-)
PD2: mención aparte para los toques y sms por todo lo que tiene que aguantar.
1 comentario:
Gracias Merlín, como muy bien sabíamos los dos nunca me huviera acordado, desde luego yo no soy una persona completamente asertiva, aunque alguna cosilla de mí si podría parecerse no? bueno tendremos que tratar este tema en una de nuestras conversaciones jajaja. Y también me gustaría hablar contigo de tu introspectiva 2007 pero en persona no por escrito porque ya sabes que con lo que yo me enrollo podrías estar leyendo hasta el 2009 jajjaja.
Un besote.
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