Hablemos de una tradición que viene siempre en estas fechas tan señaladas, las de final y principio de año, y de paso hagamos una pequeña defensa de las convicciones humanas.
Supongo que, al igual que yo, cuando llegan estos días, os gusta ver eso de las listas, lo mejor y lo peor del año, a mi me pirran. Unas son personales (lo mejor que me ha pasado, mis mayores momentos de bochorno ...), otras son personales pero menos (las mejores películas, los peores discos ...), las hay meramente numéricas o estadísticas (las mayores ventas, las mayores subidas del pan ...) y otras pueden ser definidas como inclasificables (todo lo que querais). Sobre esas que hablan de momentos en la vida de una persona creo que nada se debe decir, toda vez que son incuestionables, casi igual que sobre las segundas, pero aquí es donde viene todo el meollo del post.
Resulta que alguien hace un balance sobre todo el cine que ha visto (por ejemplo) y se dispone a plasmar las que, según su modesta opinión, pueden ser las mejores y las peores, lo mismo que cuando hablamos de música, o de lo que querais, aunque son estas dos las más representativas.
Entonces ocurre que llega alguien, con sus propios gustos y pareceres, y pone a bajar a todos los santos porque el anterior menda no coincide con él. Si es difícil hacer coincidir a dos personas, imaginaos a los siete mil millones que somos, sencillamente imposible. Y ocurre que, gran parte de esos siete mil millones son incapaces de entender que haya otra persona de esos siete mil millones cuyos gustos no serán jamás los suyos, y aquí empieza la bronca.
Cómo gusta dárselas de cultureta y esgrimir aquello de no "tienes ni idea", simplemente porque no piensas igual que yo; pero vamos a ver, ¿dónde está escrito que todos debamos ser iguales?. Si alguien dice, por ejemplo, que su película favorita del año ha sido "Los Simpsons", nadie puede discutirlo, estamos hablando de SU película, quien coño es aquel que puede discutirlo, el gusto particular de cada cual es personal e intransferible y nadie tiene la legitimidad necesaria para criticar eso, a no ser, claro, que te pongan una pistola en la cabeza y o les das la razón o nunca más podrás ejercer tu derecho a tener gustos personales.
Aquí casi que se trata de pensamiento único, al más puro estilo de 1984, sólo puede verse lo que el lider quiera y sólo te puede gustar lo que las altas esferas del pensamiento establezcan.
Me encanta leer esas listas, pero me gustan mucho más los comentarios del personal ofendido, porque ratifican mi absoluta creencia en la necedad de la sociedad, la intransigencia de los fanáticos y el extremismo de quien se cree algo, algo por encima de la media claro.
No os preocupeis, no voy a acabar esta entrada con una lista, el hecho de que me guste leerlas no significa que vaya a crear una, sólo he escrito esto para, como decía al principio, establecer una base de columna, la cual soporta una parte de mi vida, en la que defiendo el derecho de cada persona a ser uno mismo, en definitiva, a tener su gusto particular, el cual puede ser parejo al mío o no, pero que bajo ningún concepto puedo permitir que nadie discuta, por eso cuando me pregunta que me parece tal o cual grupo sólo respondo "me gusta" o "no me gusta" como única valoración.
Supongo que, al igual que yo, cuando llegan estos días, os gusta ver eso de las listas, lo mejor y lo peor del año, a mi me pirran. Unas son personales (lo mejor que me ha pasado, mis mayores momentos de bochorno ...), otras son personales pero menos (las mejores películas, los peores discos ...), las hay meramente numéricas o estadísticas (las mayores ventas, las mayores subidas del pan ...) y otras pueden ser definidas como inclasificables (todo lo que querais). Sobre esas que hablan de momentos en la vida de una persona creo que nada se debe decir, toda vez que son incuestionables, casi igual que sobre las segundas, pero aquí es donde viene todo el meollo del post.
Resulta que alguien hace un balance sobre todo el cine que ha visto (por ejemplo) y se dispone a plasmar las que, según su modesta opinión, pueden ser las mejores y las peores, lo mismo que cuando hablamos de música, o de lo que querais, aunque son estas dos las más representativas.
Entonces ocurre que llega alguien, con sus propios gustos y pareceres, y pone a bajar a todos los santos porque el anterior menda no coincide con él. Si es difícil hacer coincidir a dos personas, imaginaos a los siete mil millones que somos, sencillamente imposible. Y ocurre que, gran parte de esos siete mil millones son incapaces de entender que haya otra persona de esos siete mil millones cuyos gustos no serán jamás los suyos, y aquí empieza la bronca.
Cómo gusta dárselas de cultureta y esgrimir aquello de no "tienes ni idea", simplemente porque no piensas igual que yo; pero vamos a ver, ¿dónde está escrito que todos debamos ser iguales?. Si alguien dice, por ejemplo, que su película favorita del año ha sido "Los Simpsons", nadie puede discutirlo, estamos hablando de SU película, quien coño es aquel que puede discutirlo, el gusto particular de cada cual es personal e intransferible y nadie tiene la legitimidad necesaria para criticar eso, a no ser, claro, que te pongan una pistola en la cabeza y o les das la razón o nunca más podrás ejercer tu derecho a tener gustos personales.
Aquí casi que se trata de pensamiento único, al más puro estilo de 1984, sólo puede verse lo que el lider quiera y sólo te puede gustar lo que las altas esferas del pensamiento establezcan.
Me encanta leer esas listas, pero me gustan mucho más los comentarios del personal ofendido, porque ratifican mi absoluta creencia en la necedad de la sociedad, la intransigencia de los fanáticos y el extremismo de quien se cree algo, algo por encima de la media claro.
No os preocupeis, no voy a acabar esta entrada con una lista, el hecho de que me guste leerlas no significa que vaya a crear una, sólo he escrito esto para, como decía al principio, establecer una base de columna, la cual soporta una parte de mi vida, en la que defiendo el derecho de cada persona a ser uno mismo, en definitiva, a tener su gusto particular, el cual puede ser parejo al mío o no, pero que bajo ningún concepto puedo permitir que nadie discuta, por eso cuando me pregunta que me parece tal o cual grupo sólo respondo "me gusta" o "no me gusta" como única valoración.
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