CATARSIS

Estos últimos tiempos blogueros están viendo como los términos acabados en "-sis" campan a sus anchas por este lugar, supongo que será una casualidad más de las que voy viviendo, y tampoco me voy a detener en hablar de ello. Hoy, simplemente, dejaré constancia del hallazgo.

El diccionario de la Real Academia tiene varias acepciones para catarsis:

1. Entre los antiguos griegos, purificación ritual de personas o cosas afectadas de alguna impureza.
2. Efecto que causa la tragedia en el espectador al suscitar y purificar la compasión, el temor u horror y otras emociones.
3. Purificación, liberación o transformación interior suscitados por una experiencia vital profunda.
4. Eliminación de recuerdos que perturban la conciencia o el equilibrio nervioso.
5. Expulsión espontánea o provocada de sustancias nocivas al organismo (Biología).
   

De todos ellos el que más me ocupa es el tercero, la purificación debida a una experiencia, porque es exactamente eso lo que he vivido, lo que estoy viviendo, porque no quiero engañarme, esto de empezar a ser mejor, a vivir mejor, no es algo que se consiga en dos o tres semanas, puede llegar a ser labor de toda una vida.

Pero tampoco es menos cierto que haber revisitado el fango durante un corto período de tiempo ha servido de recuerdo de lo que debía hacer, de que lo que estaba haciendo me llevaba sin remisión a que la estancia fuera de más duración que lo negociado por teléfono; y ahora empiezo a liberarme y quiero ser consciente de ello; quiero y debo serlo.

Ayer llovió, hoy llueve y hace frío ... es un mal necesario y por extensión debo vivirlo como algo maravilloso, la vida depende de la lluvia, ¿qué importa que me moje cuando a la larga tendremos agua para regar cultivos y beber?; necesitamos vivir el pequeño daño que traiga consigo la lluvia para disfrutar, a la larga, de sus beneficios ... lo necesito.

Hoy saldré a hacer recados llevando el coche, pero aparcaré tan lejos como pueda de mi lugar de destino y pasear un poco bajo la lluvia (si la hubiera) y a salpicar en los charcos esperando que el agua se me cuele por el pantalón y me cale los tobillos ... puede parecer una locura, y efectivamente lo es, pero también sirve para decirme que estoy vivo y que debo aprovechar cada experiencia que me brinde la vida (sea cual sea) para avanzar, andando o en coche.

Cada día puede (debe) ser una catarsis, cada hora sirve de algo, incluso para no hacer nada, simplemente por el placer de vivir los minutos reviviendo lo sucedido. Por eso la cuarta acepción del término no me sirve, porque los recuerdos que pueda tener de cada una de mis etapas anteriores por un lado me sirven para comparar con la situación actual y por otro las utilizo para soñar en un pasado y en futuro, aunque debo tener cuidado, sabiendo que soy vulnerable y dependo de circunstancias (Ortega y Gasset dixit), estos recuerdos pueden convertirse en tormentas y huracanes que dificulten la navegación en el proceloso mar de la vida, debo ser capaz de mantenerlos como suaves brisas o de manejar la nave en circunstancias extremas, no quisiera empotrarme contra los acantilados o verme forzado a quedarme en puerto.

Llegó el momento de empezar a ser "algo más", en buena compañía e incluso, ¿por qué no?, buscando otra mejor.