Este año ha sido tan sumamente disperso en varias cuestiones que quiero hacer una distinción entre los diferentes aspectos que han ido surgiendo por el camino de los 366 días transcurridos.
Y quiero empezar con lo que a todas luces ha sido el peor momento del año, para asi eliminar desde el principio cualquier mínimo atisbo de mal rollo y tristeza que pueda haber quedado; está claro que me refiero a la cuestión laboral, que ha tenido más negros que blancos, aunque analizado friamente y comparándolo con los años anteriores debería declararlo como satisfactorio.
Mas el conformismo no puede regir mi viaje, no puedo subsistir eternamente con curros de pocos meses, no puedo ir haciendo caja para sobrellevar las vacas flacas cuando, irremediablemente, llegan. Empecé con muchas ilusiones que se desvanecieron rápidamente para, en forma de regalo de cumpleaños, volver con fuerza y con realidad.
Me gasté y lo di todo en una fábrica de sustancias sumamente perjudiciales, conseguí llevar a buen puerto la labor impuesta, nadie resultó dañado y aunque el final no fue todo lo feliz que hubiera deseado como colofón a una gran oportunidad, la experiencia ha sido muy gratificante con unos cuantos nuevos amigos, un equipo de currantes que luchamos contra los elementos y los gordos. Ahí está el resultado, una planta desmineralizadora flamante que ha tenido un durísimo período de rodaje y ya da su fruto.
Después de eso tuve el trabajo más aburrido del mundo, pero era otra oportunidad y había que aprovecharla, mi curriculum siguió engordando mientras veía morir las horas una tras otra ... poco más que decir que agradecer la oferta.
Y de repente, tal cual vino, se fue, el panorama retomó al habitual y casi sempiterno gris de mi vida laboral. Debería consolarme al ver que no soy el único que sufre los largos meses del hastío delparado, pero, como dije ahí arriba, no me conformo, no quiero hacerlo pensando en que somos tres millones de compañeros, tres millones de sueños por los suelos siendo los paganos de una situación que simplemente nos ha tocado observar como espectadores y pagadores ..... me estoy calentando ......
Confío, aunque no apuesto un solo céntimo, en que la situación de un giro inesperado en el año que va a empezar, que rima con bebe y al igual que éste que rimaba con calimocho, debe ser bueno por decreto. Ya digo que no apuesto, pero si confío, sin más.
No quiero terminar este apartado a lo peor del año sin mencionar mi salud, que aunque no creo que vaya a morirme el hecho de haber encadenado tres catarros y rematarlo con una gripe en este final de año me hacen pensar que puede haber algo que vaya mal, ¿qué le voy a hacer?, nací con una hipocondria galopante que supe sobrellevar y vencer en mi juventud más temprana.
En próximas entregas hablaremos del "ni frío ni calor" y de lo mejor del año.
Y quiero empezar con lo que a todas luces ha sido el peor momento del año, para asi eliminar desde el principio cualquier mínimo atisbo de mal rollo y tristeza que pueda haber quedado; está claro que me refiero a la cuestión laboral, que ha tenido más negros que blancos, aunque analizado friamente y comparándolo con los años anteriores debería declararlo como satisfactorio.
Mas el conformismo no puede regir mi viaje, no puedo subsistir eternamente con curros de pocos meses, no puedo ir haciendo caja para sobrellevar las vacas flacas cuando, irremediablemente, llegan. Empecé con muchas ilusiones que se desvanecieron rápidamente para, en forma de regalo de cumpleaños, volver con fuerza y con realidad.
Me gasté y lo di todo en una fábrica de sustancias sumamente perjudiciales, conseguí llevar a buen puerto la labor impuesta, nadie resultó dañado y aunque el final no fue todo lo feliz que hubiera deseado como colofón a una gran oportunidad, la experiencia ha sido muy gratificante con unos cuantos nuevos amigos, un equipo de currantes que luchamos contra los elementos y los gordos. Ahí está el resultado, una planta desmineralizadora flamante que ha tenido un durísimo período de rodaje y ya da su fruto.
Después de eso tuve el trabajo más aburrido del mundo, pero era otra oportunidad y había que aprovecharla, mi curriculum siguió engordando mientras veía morir las horas una tras otra ... poco más que decir que agradecer la oferta.
Y de repente, tal cual vino, se fue, el panorama retomó al habitual y casi sempiterno gris de mi vida laboral. Debería consolarme al ver que no soy el único que sufre los largos meses del hastío delparado, pero, como dije ahí arriba, no me conformo, no quiero hacerlo pensando en que somos tres millones de compañeros, tres millones de sueños por los suelos siendo los paganos de una situación que simplemente nos ha tocado observar como espectadores y pagadores ..... me estoy calentando ......
Confío, aunque no apuesto un solo céntimo, en que la situación de un giro inesperado en el año que va a empezar, que rima con bebe y al igual que éste que rimaba con calimocho, debe ser bueno por decreto. Ya digo que no apuesto, pero si confío, sin más.
No quiero terminar este apartado a lo peor del año sin mencionar mi salud, que aunque no creo que vaya a morirme el hecho de haber encadenado tres catarros y rematarlo con una gripe en este final de año me hacen pensar que puede haber algo que vaya mal, ¿qué le voy a hacer?, nací con una hipocondria galopante que supe sobrellevar y vencer en mi juventud más temprana.
En próximas entregas hablaremos del "ni frío ni calor" y de lo mejor del año.
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