VICISITUDES VARIAS

Mi primer fin de semana como currante en activo de los últimos casi tres años ha sido un ir y devenir de situaciones y acontecimientos que merecen la pena ser consecuentemente postulados en este blog de forma que en un futuro pueda acceder a ellos, en previsión de un fallo de los bancos de memoria.

El viernes por la tarde tuve que ir a la oficina por la tarde, y aunque temía que tuviera que "hacer algo" (he sido contratado para llevar una obra, no para realizar burocracias varias), mi temor se vió disipado al llegar porque sólo se me requería para entregarme mi copia del contrato (debidamente sellado y formalizado), preguntarme que tal la primera semana y, lo más importante, pedirme un número de cuenta donde ingresar mis devengos, de tal manera que la semana que viene ya tendré mi primer salario (no íntegro, lógicamente) en todo este tiempo, será poquito, pero al menos me permitirá llenar el tanque de mi coche sin tener que "pedir".

Y por la noche a La Tribu para el concierto de Braña, el grupo que confió en mi para colaborar en la grabación de su disco, disco que vió la luz ese mismo día ... mas algo sucedió al llegar que ha marcado el resto del fin de semana, un pinchazo en la espalda que suponía el presagio de una crisis ciática.

Efectivamente, al despertar el sábado (en condiciones resacosas, que todo hay que decirlo, pues llegué a las seis de la mañana con una gran fiesta encima), mi pierna derecha apenas respondía a las órdenes del cerebro. Anlagésicos para el dolor, calor para la inflamación y la imperiosa necesidad de anunciar mi no comparecencia en la fiesta de cumpleaños de mi buen amigo J-R.

Conforme avanzaba la tarde también tuve que declinar la invitación al concierto de Rumantela, necesitaba algo más de tiempo, otro Ibuprofeno actuó perfectamente y me posibilitó el que pudiera salir de casa e ir nuevamente a La Tribu para participar en la fiesta del segundo aniversario de dicho pub.

Muchos amigos y conocidos, mucha música aunque sin mi participación, mi maltrecho nervio ciático no me permitía hacer lo que hubiera sido lo habitual y poco después me tuve que volver a casa, doparme más y echarme a la cama a sufrir los rigores de las malas acciones laborales del pasado.

Pero ocurrió un hecho que catalogaremos como extraño, sin más, un mensaje me despertó de mi sueño cuasi-lisérgico ... el destino moviendo una ficha en el tablero de ajedrez de la vida ... no voy a pensar en estrategias ni en tácticas, haré lo que hacía en el pasado, mover alguna de las mías pensando sólo en ir a lo valiente, se dice que las puertas se abren solas cuando tienes la fuerza suficiente para atravesarlas.

Y ahora me volveré a la piltra, con más calor, los analgésicos ya no son necesarios, mañana tengo que estar al 100% de concentración.

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