DIA DE LLUVIA

Hoy he tenido que ir al centro de Santander a completar mi reciente mudanza, en concreto a hacer el papeleo correspondiente: cambiar mi empadronamiento. En otro post hablaré sobre esta mudanza, aún es bastante reciente y está en proceso de digestión.

Como buen ciudadano y a la vez un tío "avispao" decidí bajar en autobús municipal, evitándome así los líos que conllevan el mover el coche hacia cualquier centro urbano y eso que Santander es una ciudad pequeñita ... pero mal pensada, esa es otra.

Al llegar a la parada de autobús había una señora de edad media tendiendo hacia la tercera, podríamos calificarla de cincuentona. Soy un ser civilizado y a la vez educado por lo que procedí a dar los "buenos días" que aunque estuviera lloviendo era lo menos que se podía decir, por cortesía hacia mi compañera de espera. ¿Y qué pasó?, pues la mirada de la señora lo dijo todo: "este melenudo de mierda me quiere robar el bolso", lo apretó contra su pecho demostrando que era suyo, ¡¡si yo ya lo sabía señora!!; me mató con los ojos, me apuñaló con sus pestañas, ... me destrozó el día la muy .....

Sabía que la sociedad en general te juzga por tu aspecto y cuando decidí volver a dejarme melenas era plenamente consciente de ello, digamos que mi aspecto es todo lo contrario a lo politicamente correcto que se pueda pensar: melenas, barbas, pantalones viejos y remendados (cuestión económica más que nada), colores oscuros, ropa totalmente fuera de lo comercial ... y lo elegí yo, porque así me siento cómodo, me siento un poco más yo y paso bastante de la opinión que ello suscite en la gente que me cruzo ... por lo general. Lo de hoy es una prueba más de que la sociedad no está preparada para la gente, no piensa en nadie más que en si mismo y ni siquiera es capaz de aceptar a alguien "distinto", no dan oportunidades a los que se quieren salir del rebaño del consumismo y la estética, en definitiva, a alguien como yo, que escucha música tradicional (incluso toca -perpetra- algún instrumento como se ve en la imagen de mi perfil), fuma Ducados, lleva melenas sin arreglar y barba de varios meses.

Menos mal que el cabreo duró poquito, lo justo hasta que la perdí de vista en el autobús.

Te lo dedico a ti, la señorona de la parada.

1 comentario:

Merlin dijo...

Nuevamente te envidio colega :-)

Yo he llegado aun punto tal que paso absolutamente de que se me juzgue ... pero hay días, en que no lopuedes evitar, uno va con toda la buena fe del mundo, con mi sonrisa habitual y ¡zas! la GRAN PUTA de la vieja te chafa el día, que le vamos a hacer. Por fortuna uno aprende y sabe que no tiene más importancia que ese breve segundo en que desearías que pasara un coche a toda pastilla, pillara el charco embarrao y la pringara de arriba a abajo, el descojone estaba garantizado, a veces es bueno ser malillo jejeje.